Según ha informado este jueves el cuerpo policial en un comunicado, el agente, de la II Unidad de Intervención Policial de Barcelona, intervino al ver que la niña sangraba por la boca y no podía respirar.
Tras lograr que expulsara el dulce, el policía le prestó los primeros auxilios a la espera de la llegada de los servicios de emergencias médicas, que trasladaron a la menor a un centro sanitario.