En declaraciones a los periodistas, tras firmar un convenio de colaboración en el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, Rueda ha señalado que todavía la Policía Judicial de la Guardia Civil está investigando las causas de la explosión, que sigue bajo secreto de sumario: «Parece ser que las instalaciones estaban en regla y se pudo deber a algún tipo de manipulación defectuosa», ha dicho, aunque recalcando que «todavía» se desconocen las circunstancias y motivo exacto de este suceso.
El vicepresidente autonómico cree que «lo importante es determinar lo que pasó para intentar impedir que se pueda producir en otra instalación una actuación similar».
El siniestro tuvo lugar el pasado jueves sobre las 19.50 horas, y en él fallecieron el propietario de Pirotecnia Abad, José Antonio Abad, de 53 años de edad; su pareja, Cristina Janeiro, de 43 años; y Belén Rivas, de 21 años de edad, novia del hijo del dueño y que trabajaba en las instalaciones.