La serie documental «Piedra, papel, tijera» estrenará el domingo su 7 temporada con la vista puesta en recorrer América mostrando la labor de fundaciones solidarias que trabajan para crear residencias universitarias o jardines en hospitales para alejar a los jóvenes de la calle y las drogas.
Producida por el proveedor de televisión satelital DirectTV y transmitida a través de su señal en Latinoamérica, la serie volverá a las pantallas con diversas novedades, como su nuevo conductor, el periodista Gonzalo Rodríguez, que cambió las lentes de sol que usaba para el programa «Caiga Quien Caiga» por la camiseta del programa que reza: «hacer la diferencia está en nuestras manos».
«El objetivo es mejorar la vida de la gente basándonos en el voluntariado. Lo que yo descubrí con esto es que la mano de obra no cualificada se convierte en mano de obra calificada porque la gente lo hace con amor», explicó a Efe Rodríguez.
El conductor se considera un «conector de buena voluntad» y asegura que será la nota de humor de esta serie-documental que, espera, sea «el contagio que necesita la sociedad para que a la gente le den ganas de sumarse».
Los 12 capítulos que forman esta nueva temporada entremezclan historias de 11 países del continente: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Perú, Puerto Rico, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
Según adelantó a Efe el nuevo conductor del programa, se conocerán las historias de los «héroes anónimos», aquellas personas que trabajan por causas solidarias y cuya labor no suele ser reconocida.
Desde Puerto Rico, Emilio Lozada quiere rehabilitar su gimnasio de boxeo y su historia es una de las seleccionadas por la productora para recibir la ayuda de los voluntarios de «Piedra, papel, tijera» (PPT).
A través del deporte, Lozada narrará cómo trata de sacar a los niños de las calles y a los jóvenes de la droga entrenándolos en sus instalaciones, cuya reconstrucción contará con el toque artístico de su amigo «El Indio», un grafitero que quedó paralítico tras una pelea años atrás y que se dedica al arte desde su silla de ruedas.
El propio «Gonzalito» Rodríguez se ensuciará las manos ayudando a las obras del gimnasio como un obrero voluntario más, con la pretensión de «contagiar el virus bueno», como describe, «el que hace que la gente quiera ayudar» a los que están dentro de su «metro cuadrado cívico, a los que tiene al lado».
«Después de 15 años de periodismo me tocó trabajar», bromea, y añade que «a veces la televisión sirve para crear morbo, a veces sirve para denunciar y a veces para mostrar proyectos como este, para resolver la vida de los que tienes al lado».
Además de construir un gimnasio de boxeo en Puerto Rico, los voluntarios ayudarán a habilitar un campo desértico de piedra habitado únicamente por lagartos para que resida en él una comunidad peruana, y conoceremos al «héroe anónimo» nacional, Manuel Lozano, uno de los coordinadores de la Fundación Sí.
Su fundación ha llegado ya hasta nueve provincias de Argentina, pero es en Santiago del Estero (noreste) donde decidieron construir las primeras residencias universitarias que servirán de hogar a jóvenes de zonas rurales en las que la universidad más cercana está a «cuatro o cinco horas de distancia», según explicó Lozano.
«Que estos jóvenes vayan a la universidad supondrá que sean los primeros en tener una formación superior, no solo de su familia sino también de su comunidad, que en muchas ocasiones son de 300 o 400 habitantes», subrayó.