Antoni Comas Baldellou, exconseller de Bienestar Social con Jordi Pujol durante 12 años, no le da transcendencia al debate de mañana en el Congreso de los Diputados que tratará la propuesta del Parlament catalán de pedir autorización para convocar la consulta soberanista. Una votación que tumbará la propuesta enarbolada por el presidente catalán, Artur Mas. “El voto español del Congreso no es determinante y hay otras posibilidades legales para respetar el derecho a decidir”, dice Comas, presidente de la Federación de Cristianos de Catalunya y amigo del expresidente Pujol desde los 14 años.
Comas asegura no tener críticas a la gestión del proceso soberanista por parte de Mas. No cree que se haya precipitado ni excedido y pone toda la carga de la tensión territorial al Gobierno de Mariano Rajoy. En su opinión, es el Ejecutivo el que está azuzando los deseos independentistas con “los portazos en las narices” a las demandas políticas. Rechaza una consulta para todos los españoles, pero acepta una propuesta alternativa del Ejecutivo para que se estudie y se someta también a votación popular. “La independencia es una opción, pero pueden plantearse otras. La que gane, estará bien”.
¿Qué espera del debate de este martes en el Congreso, al margen de que se tumbe la propuesta para pedir celebrar la consulta? ¿Algún acercamiento o está más cerca el choque de trenes?
Lo que esperaría es que se entendería la voz de Catalunya. No clamamos por la independencia, sino por decidir lo que queremos ser y es un derecho de todo pueblo. No se puede esclavizar a un pueblo. Catalunya tiene derecho a expresarse desde el punto de vista de los derechos humanos, de la doctrina social de la Iglesia. Se tiene que entender y hablar. La política de los silencios de Rajoy no sirve. La Constitución es una ley que puede modificarse con la voluntad del pueblo. Lo que espero y desearía es que se respetara la voluntad del pueblo de Catalunya.
¿Cree que es un error que Artur Mas no acuda al Congreso para defender su propuesta?
No es ningún error que no acuda Artur Mas, porque la propuesta es una decisión del Parlamento de Catalunya, que vota y da libertad a la gente. Si fuera una decisión de la Generalitat, sería distinto y entonces debería acudir. La cámara ha decidido que vayan tres representantes de partidos que defienden la iniciativa, el derecho a decidir.
Pero Artur Mas es el presidente de todos los catalanes y él ha prometido liderar el proceso soberanista. ¿No se esconde ahora ante un Congreso que dará un portazo a su propuesta?
-Mas ya habla claro y con frecuencia. Desde el punto de vista parlamentario, las cosas son distintas. Yo criticaría si fuera Mas al Congreso, porque ahora no le toca, es una propuesta de todos. Como tampoco le toca pactar a Rubalcaba, sino al presidente Rajoy.
¿Qué espera de la intervención del presidente del Gobierno en el Congreso?
Nada bueno. El presidente, que está dentro de un partido inmerso en un desastre de corrupción, está actuando aquí a la gallega, en el sentido de medir sus tiempos, de callar y no abordar los problemas. Eso es lo que espero, algo negativo.
¿Y del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba?
Rubalcaba ha mostrado voluntad de hablar y llegar a acuerdos. Pero no comparto la opción federalista. Creo que nadie hoy cree en esa alternativa.
¿Qué puede impedir un choque de trenes, entre el Gobierno central y la Generalitat?
Si Rajoy tiene una propuesta que hacer, lo debatiremos y se someterá a votación con otras propuestas. Por otro lado, hay otras posibilidades para ejercer el derecho a decidir, además de esta propuesta de pedir la autorización al Congreso. Está la ley de consultas que se está preparando. El voto español del Congreso no es determinante.
¿No tiene ninguna crítica a Artur Mas en la gestión de la crisis territorial? No tengo ninguna crítica que hacerle al president Mas. Fui 12 años conseller con Pujol y en todos gobiernos de Catalunya hemos querido entendernos con el Gobierno central. Pero esto ahora es posible. Se discute todo ahora, la lengua, la cultura, lo que queremos ser, y dicen que que como pueblo, no existamos… Pues eso no lo consiguió ni Franco y tampoco lo hará esta España de hoy. Catalunya quiere ser, tiene su lengua, su historia, su voluntad de ser colectiva, hace mil años que existe como pueblo. Lo que está en un alma de un pueblo no se puede anular, sino escuchar. No existe ninguna animosidad contra España, pero se tiene que dejar lo que somos. Esto ha ido de mal a peor desde el presidente Aznar.
¿No se ha excedido, ni precipitado en este proceso?
Nos gustaría que fueran las cosas con el Gobierno fueran de otra manera, pero están dándonos portazos en las narices. El Ejecutivo no nos quiere como somos. Tenemos una historia de más de 1.000 años que no se puede borrar por el capricho de la política.
¿Qué le parece una consulta sobre el modelo territorial para todos los españoles?
Con el resto de España no nos metemos en una consulta. Tampoco negamos al resto de España que se pronuncie sobre lo que quiere ser. Queremos que se respete como somos en Catalunya. Al igual que se respete lo que quieran el País Vasco o Andalucía; tienen el derecho a expresarse. Decir que la soberanía nacional reside en el conjunto del pueblo español es una memez, porque no se puede. Lo puede decir la Constitución, que es un una ley se puede cambiar. Lo que está claro es que cada pueblo tiene derecho a ser como es.
¿Qué pasaría si el Gobierno presenta, por ejemplo, una propuesta de reforma fiscal que gusta en Catalunya?
Si hay una oferta discutida del Gobierno, se somete a votación y si gana, pues muy bien. La independencia es un aspecto más. La cuestión central aquí es decidir.
¿Es independentista?
En estos momentos sí estoy favor de la independencia. No lo he sido nunca pero ahora sí. Quiero que mis hijos tengan una situación mejor que la que tuve. Y ahora se nos impide ser pueblo de Catalunya. Tres de mis abuelos son de fuera Catalunya y nunca he querido la independencia. Pero ahora nos obligan a serlo. Es como si te tratan mal en casa y no tienes ganas de irte pero al final te marchas forzado.
Desde hace tiempo, veo con tristeza lo que está pasando con Catalunya. Y pienso el gesto de Suárez, que restituyó la Generalitat con Tarradellas antes de que se aprobara la Constitución. Eso lo vivimos con mucha ilusión. Pero ahora ya no se puede hacer más.
¿También Jordi Pujol votaría por la independencia?
Creo que sí. Él comparte el mismo sentimiento de tristeza que yo.