El número de civiles muertos o heridos por ataques aéreos en Afganistán en lo que va de año aumentó en un 52 % respecto al mismo período de 2016, aunque el cómputo global descendió en un 6 %, la primera vez que se produce un retroceso desde 2012, informó hoy la misión de la ONU en el país (UNAMA).
Los ataques aéreos causaron 205 fallecidos y 261 heridos, un 68 % de ellos mujeres y niños, detalló la ONU en un informe divulgado hoy.
Las víctimas civiles totales fueron de 2.640 muertos y 5.379 heridos, una bajada que fue «bien recibida» por la ONU, que recordó que sin embargo siguen siendo «niveles altos».
«El 6 % de reducción total en las víctimas civiles proviene principalmente de una bajada sustancial en el número de civiles muertos y heridos por tropas progubernamentales en batallas terrestres con elementos antigubernamentales», explicó la UNAMA.
El descenso del número de víctimas en este tipo de choques fue de un 15 %, detalló la ONU.
Las tropas del Gobierno y sus aliados fueron causantes de 228 muertos y 621 heridos civiles, un 37 % menos que el año pasado, mientras que los insurgentes causaron un 7 % más, 255 muertos y 895 heridos.
En total, el número de muertos causados por insurgentes fue de 1.760, mientras los heridos fueron 3.407, siendo un 66 % de los casos atribuidos a los talibanes, un 10 % al yihadista Estado Islámico y el restante a «elementos antigubernamentales sin identificar».
Desde que la UNAMA comenzó a contabilizar las víctimas civiles en el conflicto afgano en 2009, estas habían ido siempre en aumento hasta 2012, cuando se redujeron, y desde entonces el incremento se ha mantenido hasta este año.