El exvigilante jurado Abdallah Leo Angulo, converso al islam, se enfrenta a cinco años de prisión en el juicio que se celebrará en la Audiencia Nacional el jueves, día 22, por delitos de enaltecimiento del terrorismo yihadista y por tenencia de armas prohibidas.
La Fiscalía pide dos años de prisión por el delito de enaltecimiento y tres por el de tenencia de armas. Además, solicita la inhabilitación absoluta por espacio de ocho años después del cumplimiento de la pena de privación de libertad.
El procesado colgó varios mensajes y enlaces en redes sociales en los que, entre otras cosas, decía: “Visto lo visto, todo lo que hacen países bajo el nombre de la democracia, si pudiera elegir entre eso y terrorismo, yo me quedo con el terrorismo” o “la lucha armada no nos gusta a nadie, la lucha armada es desagradable, dura, a consecuencia de ella se puede morir, se ve uno obligado a matar, endurece a la persona, le hace daño, pero la lucha armada es imprescindible para avanzar”.
Además, colgó el enlace de un vídeo en árabe en el que el conocido teólogo islamista Cheij Muhammad Al Arofi vestido con ropa árabe y dando un discurso en el que justifica que los musulmanes luchen por otros hermanos que están pasando dificultades (como en Siria) tanto con el corazón, con las armas o con el dinero.
El Grupo XL de la Brigada Provincial de Información detuvo el 23 de diciembre de 2013 en su casa de Entrevías (Puente de Vallecas) al joven español convertido al islam. Tras cambiarse su nombre de nacimiento, Andrés, pasó a llamarse Abdallah Leo Angulo. Está imputado por un delito de enaltecimiento del terrorismo.
Abdallah utilizaba su cuenta de Facebook para ensalzar las actividades terroristas de bandas españolas como ETA y los Grapo-PCE(r); pero también para defender la yihad islámica en países en guerra o conflicto como Siria y en Palestina. Tras su puesta a disposición judicial, quedó en libertad con la obligación de presentarse en el juzgado más cercano a su domicilio dos veces al mes.
Aunque la Policía consideró en el momento de la detención que el joven podría tener sus facultades mentales mermadas, lo juzgó peligroso tras encontrar en su domicilio dos flechas; un arco casero; dos tirachinas de elaboración propia (uno de ellos fabricado con ferralla); dos machetes; dos puñales metálicos; una navaja de tipo mariposa; un kubotán (cilindro utilizado manualmente en artes marciales); dos nunchakus; una defensa rígida policial; un fusil de aire comprimido; un revólver del mismo tipo, y una pistola de fogueo. La tenencia algunas de estas armas necesita de un permiso que Abdalah no tenía.
A LA MECA
El Grupo XL de Información de Madrid, especializado en la lucha contra el terrorismo islámico, halló en el registro de la casa de Vallecas documentación sobre la sede central de la Asociación Musulmana de España; la conversión al islam; una libreta de la empresa de vigilancia privada Prosegur con anotaciones sobre materias explosivas y formas de deflagración y detonación, y un libro titulado “Curso de vigilante de explosivos”, también de Prosegur.
Según los investigadores, Abdallah es un joven que practicaba deporte, vivía solo y en diciembre de 2013 realizó un viaje a La Meca para confirmar su fe. Tenía en su poder numerosas fotografías en las que aparece armado o también participando en protestas como ‘Rodea el Congreso’ y en actos de apoyo en la Plaza Mayor de Madrid a Siria.