El modelo, que deberán introducir todos los Estados miembros, incluirá una fotografía del titular y dos huellas dactilares, que deberán estar almacenados también en formato digital. La tarjeta llevará incorporado un chip para su lectura electrónica.
A cada país le corresponderá un código para identificar donde ha sido expedido el documento y este código aparecerá dentro de una bandera europea.
El periodo mínimo de validez del DNI armonizado será de cinco años y el máximo de diez años, aunque los Estados miembros también podrán expedir documentos con mayor duración para los mayores de 70 años y de menos de cinco años para los menores de edad.
Aquellos carnés de identidad que no cumplan con este formato tendrán una validez de diez años para dar tiempo a sus propietarios a renovarlo, aunque aquellos con menores garantías de seguridad deberán ser cambiados en un plazo máximo de cinco años.