El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado que «no todo puede ser Cataluña» y que aunque los valencianos desean que se solucione la crisis catalana, ese problema no puede «distraernos» de las reformas que necesita el conjunto del sistema territorial y que afectan especialmente a los valencianos.
En su tercer discurso como jefe del Gobierno valenciano, Puig ha lamentado que «en 2017, la Comunitat Valenciana ha cumplido pero no se está cumpliendo con la Comunitat Valenciana» y ha reprochado al Gobierno haber «incumplido» la palabra dada a todas las autonomías para la reforma del sistema de financiación como aprobó la Conferencia de Presidentes «a propuesta» de la Comunitat.
Ha asegurado que tras cuatro décadas del «gran consenso» que fue la Constitución, con la que se consiguió un «proyecto democrático compartido que propició el Estatuto de Autonomía», se sufre «una crisis territorial que tiene a Cataluña como su expresión más evidente, pero no todo es, no todo puede ser Cataluña».
«La cuestión territorial va mucho más allá y nos afecta directamente a directamente a los valencianos», ha apuntado y ha denunciado que «hay una insoportable desigualdad entre personas» según el territorio donde viven y un proceso de «recentralización» usado para «minimizar el estado del bienestar».
«Por eso, los valencianos deseamos una solución al problema de Cataluña, pero eso no puede distraernos. No puede retrasar las reformas que necesita el conjunto del sistema territorial», ha defendido.
Tras hacer enumerar retos como mejorar el empleo entres los jóvenes, reducir las listas de espera sanitarias, acabar con los barracones, la lucha contra el cambio climático y la violencia machista, ha mostrado su confianza el esfuerzo, capacidad de trabajo y valía de los valencianos y les ha pedido para 2018 trabajar juntos por el empleo, la justicia social y un nuevo modelo de financiación.
«Este año la Comunitat Valenciana continuará cumpliendo. Queremos que se cumpla ya con la Comunitat Valenciana», ha concluido.