La propuesta de Rajoy para que los Ayuntamientos sean gobernados por la lista más votada, ha sido presentada como una medida de regeneración democrática. Según el jefe del Ejecutivo se trata de «elegir de forma directa a los alcaldes». Pero lo cierto es que el principal beneficiado de la reforma legal sería el propio PP.
Aplicando los datos de las últimas elecciones europeas y manteniendo la ley actual, los populares sólo conseguirían mayoría absoulta, es decir, el gobierno asegurado en Ceuta y Melilla. Bastiones como Madrid o Valencia podrían perderse. Cuando el PP no tiene mayoría absoluta, el PSOE suele recurrir a alianzas con otras fuerzas de izquierda o nacionalistas para llegar al poder. Es lo que quiere evitar Mariano Rajoy, que ve cómo a su partido se le pueden escapar emblemáticos municipios pese a ganar las elecciones en ellos si no consigue pactar con otras fuerzas.
Cómo cambiaría el mapa municipal con la reforma
Si la lista electoral más votada en cada municipio fuese la que definitivamente gobernara, el PP tendría el poder en seis capitales de provincia más de las que ahora controla, según explica el diario »El Mundo». Perderían tres consistorios provinciales pero en cambio sumarían nueve: Cuenca, Lugo, Ourense, Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife, Segovia, Pontevedra, Toledo y Zaragoza.
Por su parte, los socialistas perderían nueve consistorios y arrebatarían tres al PP, los de Huelva, Málaga y Sevilla. ERC gobernaría en las cuatro capitales de provincia de Catalunya.
Segunda vuelta en los ayuntamientos
La mayoría absoluta por parte de un partido en unas elecciones locales, no supondría ningún problema para otorgar el número de concejales correspondiente a cada formación política. En cambio, cuando la victoria se consiguiera con mayoría simple, habría que transformarla en absoluta.
Para ello se puede otorgar directamente la mitad de los ediles más uno a la formación vencedora o concurrir a una segunda vuelta entre los dos partidos más votados.
El PSOE tendrá que pronunciarse ante esta propuesta y por tanto desvelar cuál será la estrategia que pretenda desarrollar de cara a los próximos comicios autonómicos y municipales. Los socialistas tienen dos opciones, por un lado lanzarse a la reconquista de unas mayorías de difícil alcance o establecer alianzas con nacionalistas u otros grupos de izquierdas, espectro en el que tienen dónde elegir.
El bipartidismo se está fragmentando por la izquierda. El crecimiento de Izquierda Unida o Compromís además del auge de nuevas formaciones como Podemos o Primavera Europea podría hacer, como dijo Rajoy, que una coalición de cinco «que han perdido las elecciones» gobiernen un municipio, en lugar del partido vencedor.