Así lo ha señalado el presidente gallego en una conversación informal con periodistas en el Congreso de los Diputados, donde ha asistido a la recepción institucional con motivo del Día de la Constitución.
Feijóo ha expresado su respeto por el pacto suscrito entre su partido y el de Albert Rivera, haciendo hincapié en que la rúbrica del acuerdo en esos términos fue una exigencia de los naranjas y que el acuerdo era imprescindible para asegurarse la continuidad de Rajoy en Moncloa.
Ese documento reza textualmente que ambas formaciones «se comprometen a la separación inmediata de los cargos públicos que hayan sido imputados formalmente o encausados por delitos de corrupción, hasta la resolución definitiva del procedimiento judicial».
UN ARMA PARA LOS ADVERSARIOS
Pero el también presidente del PP gallego sostiene que el acuerdo con Ciudadanos no tiene por qué llevar al PP a modificar sus propias normas internas. Desde su punto de vista, no se debe tomar medidas contra los imputados hasta la apertura de juicio oral, salvo que se tengan pruebas fehacientes de que los investigados «han metido la mano en la caja».
Para el presidente gallego, la mera apertura de una investigación a un político por un presunto caso de corrupción no puede ser suficiente para apartarlo de su cargo, porque eso sería tanto como dar carta blanca a los partidos para denunciar ante los tribunales a los adversarios políticos para destruir sus carreras.
NO A LAS PRIMARIAS
Por otra parte, Feijóo ha defendido el sistema para la elección de cargos que aplica el PP y ha rechazado la conveniencia de reformar los Estatutos para contemplar expresamente las primarias que ya utilizan otras formaciones.
En su opinión, cuando este método por el que todos los afiliados eligen los cargos se ha usado en otros partidos no ha arrojado buenos resultados. Dicho esto, ha recalcado que el método de la elección mediante compromisarios que emplea el PP es plenamente democrático.
No obstante, el dirigente gallego sí se ha mostrado abierto a estudiar la posibilidad de ampliar el número de delegados que se elige para asistir a los congresos en los que, con sus votos, designan al líder.