La Corte Penal Internacional (CPI) concedió hoy a las autoridades de Libia hasta el 23 de enero para que le entreguen datos sobre la situación de Saif el Islam Gadafi, que se encuentra detenido desde el pasado noviembre en el país.
Los magistrados quieren saber, en concreto, si las autoridades libias detuvieron al hijo de Muamar el Gadafi de acuerdo con la orden de arresto emitida en junio de 2011 por la CPI o en base a otros motivos.
También desean saber si es cierto que El Islam se encuentra incomunicado, a la vez que solicitan poder enviar a un representante de la corte para conocer la opinión del acusado acerca de una posible asignación de un abogado de oficio para que le represente en un eventual juicio en La Haya.
Hoy se acababa el período para que Libia presentase estas observaciones a los jueces, pero las autoridades de Trípoli solicitaron una extensión de tiempo aduciendo que no han podido cumplir con este plazo a causa de la «situación de seguridad» del país.
Libia pidió un plazo de tres semanas más, pero los jueces solamente le han concedido hasta el 23 de enero porque estiman que extenderlo supone «un retraso en el proceso».
Saif El Islam está acusado por la CPI de crímenes de lesa humanidad presuntamente cometidos por las fuerzas del régimen del fallecido dictador Muamar el Gadafi durante las revueltas en Libia, en 2011.
El Gobierno libio de transición ya ha indicado que prefiere juzgar a El Islam en el país, pero son los jueces de la CPI quienes tienen la última palabra al respecto.
Para poder juzgar a El Islam, Trípoli tiene primero que cuestionar formalmente las competencias de la CPI, que solamente puede conducir casos cuando éstos no son investigados en el país donde se cometieron los crímenes.