Bulgaria espera que en los próximos seis meses la Unión Europea sea más fuerte, porque esté más unida, haga frente a retos para los búlgaros como la pertenencia a la eurozona y a Schengen, y que los Balcanes occidentales se incluyan en la agenda comunitaria.
Estos objetivos se encuentran entre las principales preocupaciones búlgaras a desarrollar durante su Presidencia rotatoria semestral inaugurada oficialmente hoy en Sofía en presencia del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk; y el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani.
En el acto de inauguración, Juncker hizo un guiño significativo a las autoridades búlgaras al afirmar que el «lugar de Bulgaria está en el euro», así como «en Schengen», dando así su apoyo a que el país entre próximamente tanto en la eurozona como en el club de la Europa sin fronteras interiores, a los que no pertenece todavía.
«La Comisión Europea está del lado de los búlgaros», señaló Juncker en su intervención en la ceremonia de inauguración de esta Presidencia que ejerce Bulgaria por primera vez desde su adhesión en 2007 y que tuvo lugar en el Teatro Nacional y a la que asistieron numerosas autoridades comunitarias y del país.
El presidente permanente del Consejo Europeo, Donald Tusk, no acompañó al jefe del Ejecutivo comunitario en las menciones a las históricas reivindicaciones de Bulgaria para entrar a la eurozona y Schengen, un horizonte para el que todavía no están preparados a juicio de otros países de la UE que vetan su incorporación.
El polaco dedicó buena parte de su discurso a mostrar su confianza en que la presidencia sirva para seguir trabajando por la estabilización de los Balcanes Occidentales, de los que forman parte diversos estados con ambición de unirse también algún día al club comunitario.
«Es algo muy positivo que una de las prioridades de la presidencia búlgara sea el futuro de los Balcanes», apuntó Tusk, que junto al presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, incidió en la importancia de acercar la UE a la población, «sobre todo a los más jóvenes».
En tal sentido, el primer ministro búlgaro, Boyko Borisov, señaló que durante los seis meses en que su país ejercerá la presidencia de turno comunitaria, la Unión Europea «deberá demostrar a todos los ciudadanos lo que el club comunitario puede hacer por ellos».
El lema de Bulgaria para la Presidencia rotatoria semestral de la UE que formalmente se inaugura hoy es «unidos, permanecemos fuertes», tal como puso de manifiesto Borisov en una comparecencia ante los medios en Sofía.
La presidencia rotatoria búlgara cuenta entre sus objetivos avanzar en el diseño del futuro de Europa, para lo que intentará profundizar en la cohesión social y en superar los desafíos económicos, con el objetivo de que las economías europeas continúen creciendo y se reduzca el desempleo juvenil.
Otro de los apartados clave será la «conectividad» con los Balcanes occidentales, por medio de un plan de acción en los ámbitos del transporte, energía, educación y la promoción de políticas digitales entre la UE y esos países.
La economía digital pretende desempeñar un papel determinante en este contexto, al igual que la estabilidad y la seguridad en Europa, con medidas enfocadas a encontrar soluciones duraderas y justas en la política de asilo y el control de las fronteras.
En el programa de la Presidencia búlgara también figuran entre sus prioridades la cohesión económica y social en el próximo marco financiero plurinacional de la UE y la política agraria común, con vistas a lograr una Europa más unida.