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El arroz es uno de los alimentos que más estómagos alimentan a lo largo y ancho del mundo. Más de 3500 millones de personas en todo el planeta tienen a este cereal como una parte importante de su dieta. En España nos encanta consumir arroz en verano, juntándonos con familia, amigos y demás gente a la que apreciamos para consumir un arroz seco, y en invierno, para reconfortarnos el alma con un buen arroz caldoso.
En realidad, hacer arroz puede parecer algo muy complejo que requiere medir cada cantidad con precisión de cirujano, pero esto no deja de ser otro mito que nos hemos creído de tanto repetirlo. Para elaborar un arroz caldoso solo necesitas cuatro cosas muy sencillas; arroz de grano redondo, caldo, sofrito y una olla o sartén. Si no tienes una buena olla, en grillstop tienes una tabla comparativa para ver cuál se adapta más a tus necesidades.
Ingredientes
En realidad, teniendo en cuenta la combinación necesaria de alimentos de arroz, sofrito y caldo, las combinaciones son infinitas. Si manejas bien estos tres elementos tendrás un buen arroz. Puedes hacer un arroz de concurso con las cuatro cosas que tengas dando vueltas en la nevera desde hace meses. Yo te voy a proponer un sofrito concreto, pero te animo a que lo adaptes todo a lo que te guste a ti.
Para el sofrito:
- 6 o 7 ñoras.
- 6 dientes de ajo.
- Un buen manojo de perejil.
- 3 tomates de tipo pera triturados o rallados.
Para el arroz:
Estas cantidades son para una persona, así te será más sencillo calcular cuánto necesitarás de cada alimento, e incluso te animará a cocinar arroces para una persona, porque esta proporción te servirá para cualquier tipo de arroz caldoso que quieras preparar:
- 80 gramos de arroz redondo.
- 1/2 litro de caldo, puede ser de carne, de verduras, de pescado. Prueba con lo que más te guste.
- 3 o 4 cucharadas del sofrito resultante.
Preparación
- Para el sofrito vamos a hacer una salmorreta alicantina, que es un sofrito muy sencillo y que le va como anillo al dedo a un montón de elaboraciones, incluso te recomiendo que hagas más cantidad y la congeles, porque una vez que pruebas la salmorreta se lo querrás echar a todo. Va de lujo para aliñar y alegrar un filete o unas verduras a la plancha.
- Empieza poniendo un buen chorro de aceite de oliva en el fondo de tu olla (espero que lo de grillstop te haya sido de utilidad). Pon a dorar las ñoras y los ajos enteros a fuego medio tirando a bajo, para que se vaya infusionando el aceite y no se nos queme el ajo, ya que entonces nos amargaría el plato. Cuando veamos que estos dos ingredientes han cambiado ligeramente de color añadimos el manojo de perejil partido en trozos de buen tamaño. Ten en cuenta que esto se triturará, por lo que no te tienes que preocupar de picarlo todo muy fino.
- Cuando veas que todo lo que has echado a la olla se ha integrado bien, y tu cocina empieza a oler como el litoral levantino, añade el tomate rallado o triturado con una pizca de sal y sofríe unos 4 o 5 minutos. Fíate siempre de tu ojo a la hora de hacer un sofrito, cuando veas que tiene buena pinta, apaga el fuego y deja que se enfríe un poco. Solo te queda un paso para disfrutar de esta joya de la cocina mediterránea que, por desgracia, apenas conocemos en el resto de España. Trituramos hasta que nos quede una salsa más espesa.
CONSEJO: Si no tienes ñora disponible puedes usar una buena cantidad de pimentón ahumado, pero cambiando el orden de los alimentos; primero sofríe los ajos y el perejil, añade el pimentón y tras rehogarlo unos segundos añade el tomate. Puedes hacer el sofrito que quieras, siempre y cuando no quede con mucho líquido.
4. Con esta explicación verás que hacer un arroz caldoso es la cosa más sencilla del mundo. Empezamos poniendo el caldo a calentar en la olla junto a la cantidad de sofrito que toque en función de tus comensales. Cuando esto hierva añade el arroz. 15 minutos a fuego medio y has terminado. Incluso, puedes añadir durante esta cocción cualquier alimento que te guste y se cocine rápido. Para mí estas cantidades son las ideales, pero la cocina se trata de que te adaptes a lo que tengas y a lo que te guste.
En definitiva, no necesitas grandes alardes para elaborar un buen arroz. Piensa que estas recetas siempre han sido propias de las clases populares. La propia paella, cuyos ingredientes hoy en día se defienden como mandamientos grabados en mármol, era una comida de aprovechamiento de los campesinos. Es un error intentar apropiarse de recetas que son de todos y a la vez de nadie.