El Ayuntamiento de Aranjuez distinguirá mañana a título póstumo a José Luis Sampedro como Hijo Adoptivo del Real Sitio y Villa de Aranjuez, en un acto al que asistirá su viuda, Olga Lucas, quien asegura que el intelectual siempre pensó que estaba en deuda con la ciudad.
La concesión de esta distinción fue aprobada en pleno el 28 de marzo de 2012, pero Sampedro finalmente falleció el 9 de abril del año pasado sin recogerlo.
En el acta de nombramiento se pone de manifiesto la estrecha vinculación que el académico mantuvo con Aranjuez, proyectando la imagen de la ciudad en España y en el mundo a través de novelas tan significativas como «El río que nos lleva» y «Real Sitio».
La viuda del escritor, Olga Lucas, ha explicado a EFE que «él siempre decía que el hombre nació en Barcelona, pero que el escritor nació en Aranjuez, donde durante su adolescencia, paseando por los jardines, se dió cuenta de su vocación, de que quería ser escritor, aunque fuera de segunda, como él comentaba».
«Una vez, cuando iba con sus amigos, llegó hasta el Tajo y vieron que estaba lleno de troncos, era la maderada; el contacto con los gancheros le impresionó mucho y de ahí surgió El río que nos lleva», relata Olga Lucas en una entrevista con EFE.
Pero, según su viuda, «Sampedro siempre pensó que estaba en deuda con Aranjuez, aunque la gente de allí dice que es Aranjuez la que está en deuda con Sampedro; por ello, quería escribir algo que fuese bueno y hubo que esperar a su madurez como novelista para que viera la luz Real Sitio, para mi una de sus mejores novelas».
La entrega del título de Hijo Adoptivo es un reconocimiento más a José Luis Sampedro, que ya ostenta los nombramientos de Amotinado Mayor de 1990 y la concesión de la Medalla de oro del Real Sitio en 1996, además de ser embajador de Aranjuez y contar con una calle, una escuela de adultos y ahora una sala de lectura con su nombre.
«Siento mucho tener que recoger este título en su nombre, pero lo haré con orgullo, como a él le hubiera gustado», señala su viuda.
Explica Olga Lucas que este primer año sin Sampedro «ha sido muy duro en lo personal», pero asegura que ella ha seguido haciendo en este tiempo las mismas cosas que hacía con él: «Ir a bibliotecas, institutos, jornadas, donde he comprobado que me resulta muy fácil que no se le olvide, porque la gente le quería muchísimo».
Durante este año, la viuda del escritor ha recorrido ciudades como Valencia, Albacete, Pamplona, difundiendo su legado. «La gente me ha demostrado que no se puede quedar huérfana de un referente como Sampedro; le tenemos que seguir leyendo y no olvidar su mensaje de dignidad», reivindica.
Esta misma semana se ha presentado la obra póstuma de Sampedro «Sala de espera», que recoge sus pensamientos, anotaciones y el trabajo de los últimos años de su vida: «Son como retales de textos inconclusos, una especie de despedida a sus lectores, pero en la que dice cosas muy importantes».
Olga Lucas asegura que el acto de mañana será muy emotivo para ella, ya que, según dice, «en Aranjuez ha dejado muchos amigos».
Será la propia viuda, junto a la alcaldesa de Aranjuez, María José Martínez, la encargada de descubrir la placa de la Sala de Estudios del Centro Cultural Isabel de Farnesio, que a partir de ahora llevará el nombre del escritor, como muestra de gratitud y homenaje póstumo del pueblo ribereño al literato.