Pronto, viajar en avión podría ser una experiencia aún más interesante. Una empresa británica está trabajando en la creación de un nuevo modelo de aeroplano, uno sin ventanas. O, más bien, un avión que es «todo ventana».
Una centro de investigación británico está usando nuevas tecnología para construir el vehículo, cuyas paredes estarían hechas de material interactivo, permitiendo a los viajeros ver el exterior desde cualquier punto gracias a cámaras externas. Algo que está siendo desarrollado en el Centro de Innovación Progresiva, instalado en Sedgefield, en el noreste de Inglaterra. Esta nueva tecnología podría estar disponible en vuelos comerciales en tres o cuatro años, informó un representante del centro.
Utilizando un nuevo material, «impresión electrónica», se pueden incluir circuitos electrónicos en cartón y plástico por un precio muy bajo. Las paredes del avión se reemplazarían por este material, que reduciría el peso del avión, además de incluir una pantalla interactiva en el panel. La reducción del peso ayudaría a reducir muchísimo los costes y el peso del fuel, por lo tanto reduciendo la emisión de CO2 y el impacto en el medio ambiente, explica la empresa.
El material es ultraflexible y de alta definición. «Además de rodear a los viajeros de una imagen panorámica de los cielos, este «papel de pared digital» interactivo permitirá a los viajeros customizar su ambiente, dándoles opciones para ajustar la luz o cambiar las vistas», explica en su web el desarrollador.
La empresa británica no es la única que está trabajando en este proyecto: Spike Aerospace, una compañía estadounidense, lanzará un modelo de avión cuya cabina está hecha sin ventanas en 2018, informa el Financial Times.
Y puede que el pasaje vaya de pie
La aerolínea de bajo coste Ryanair ha avanzado hace meses que, en cuanto las autoridades aeronáuticas declaren que es seguro, instalarán en sus aviones asientos verticales, a precios más económicos que los normales.
La idea todavía no es factible, pero Ryanair asegura que está en conversaciones con Boeing para instalarlos de forma urgente para vuelos de 90 minutos, en cuanto la ley lo permita.
Michael O»Leary ha asegurado que el plan data de 2009, y desde entonces trata de acordar con el fabricante norteamericano Boeing la posibilidad de instalar a bordo de sus aviones asientos verticales similares a los que existen en una barra de bar. Así, según Ryanair, los pasajeros podrán sentarse o permanecer de pie cuando las condiciones lo permitan y siempre que el vuelo no supere los 90 minutos de duración.