El juez Felix Fischer, que ejerce de relator para este caso, ha propuesto rebajar la pena de doce años y un mes de cárcel que pesa sobre Lula a ocho años y diez meses, según informa la Agencia Brasil.
En cambio, ha negado las supuestas irregularidades procesales que alega la defensa para mejorar el fallo contra el antiguo líder sindical.
Aún deben votar otros cuatro magistrados. De conseguir el apoyo mayoritario del STJ, Lula obtendría un régimen semiabierto en septiembre, cuando habrá purgado ya una sexta parte de la condena.
El año pasado, fue condenado a 12 años y un mes de cárcel por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales por aceptar un tríplex de lujo en Sao Paulo como pago de la constructora OAS a sus favores políticos.
El ex mandatario brasileño ha combatido con todos los recursos posibles este fallo, pero no ha lograr revertirlo. Desde abril de 2018, está encarcelado en la prisión de la Policía Federal en Curitiba.
En febrero, recibió otra condena a doce años y once meses de cárcel por las reformas que las constructoras OAS y Odebrecht hicieron en una propiedad rural atribuida a Lula en Atibaia, Sao Paulo, en otro pago a sus favores políticos.