Según estas fuentes, la relación entre ambos «ha llegado esencialmente a un punto muerto» y es «insostenible por ambas partes, hasta el punto de que llevan días sin hablarse».
Fuentes del ‘Wall Street Journal’ ya apuntaron la posible dimisión de Kelly el pasado verano, después de que el jefe de gabinete tuviera que desmentir que hubiera llamado «idiota» a Trump después de una tensa reunión sobre inmigración.
Kelly fue designado el año pasado como jefe de gabinete en sustitución de Reince Priebus, el antiguo presidente del Comité Nacional Republicano, con quien Trump rompió relaciones en un gesto de desaire hacia el ala republicana de su administración.
En el momento de asumir la jefatura del gabinete Trump, Kelly ejercía como secretario de Seguridad Nacional.