El sistema de salud estadounidense es el peor de los países ricos. En concreto, es injusto.
La fundación Commonwealth Fund ha analizado un año más los servicios de atención sanitaria que ofrecen los países más ricos del mundo, entre los que se encuentran Reino Unido, Australia, Canadá, Alemania, Francia y Suecia, y ha dejado en muy mal lugar a EEUU.
Y es que en Estados Unidos el 44% de las personas con ingresos bajos tienen dificultades para acceder a la asistencia sanitaria, e incluso el 26% de las personas con ingresos altos informan de problemas de acceso.
El estudio aporta datos de la Organización Mundial de la Salud, la OCDE y cuestionarios cumplimentados por pacientes y médicos de los diferentes países.
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Sin embargo, el informe dice que, desde que se introdujo la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA, por sus siglas en inglés) del Presidente Obama, ha habido alguna mejora.
Reino Unido, a la cabeza
Al otro lado se encuentra Reino Unido que se clasificó como el mejor sistema de salud en general, seguido por Australia y los Países Bajos.
Según el estudio, ‘Mirror, Mirror 2017′, Reino Unido, al contrario que Estados Unidos y el resto de países analizados, vio una mayor caída de la mortalidad debido a su atención médica.
Los expertos consideraron fundamental este criterio porque refleja que un sistema de salud funciona bien en cuanto a la prevención, detección y tratamiento de una enfermedad.
El secretario de Salud de Reino Unido, Jeremy Hunt, alabó la clasificación del NHS: “estos resultados sobresalientes son un testimonio de la dedicación del personal del NHS, que a pesar de la presión, están ofreciendo un cuidado más seguro y más compasivo que nunca” precisó. “Siendo el mejor sistema de salud de 11 países ricos, el NHS nos ha demostrado una razón más para estar orgullosos de ser británicos” ha señalado Hunt.
Además, el estudio reveló que Reino Unido se sitúa como el cuarto país con la menor cuantía de PIB en gasto sanitario, de los 11 países analizados. Mientras que Estados Unidos gasta el 16,6 por ciento de su ingreso nacional en salud, Reino Unido se encuentra casi al final, invirtiendo el 9,9 por ciento. Solo Nueva Zelanda (9,4%), Noruega (9,3%) y Australia (9%) se sitúan por debajo.