«Desde ciclones a inundaciones, desde corrimientos de tierra a sequía y terremotos: los azares de la naturaleza suponen una amenaza recurrente a los países del sudeste asiático y las actuales lluvias del monzón que azotan la región son un serio recordatorio», ha afirmado el comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides.
De los fondos anunciados, 2 millones servirán para apoyar a Birmania a desarrollar el sistema nacional de respuesta contra los terremotos y tsunamis y para poner a prueba las iniciativas de reducción de riesgos y de resistencia y adaptación de los edificios en contextos urbanos.
Nepal recibirá otros 2 millones destinados a las comunidades más vulnerables in áreas afectadas por terremotos para desarrollar las capacidades locales y aumentar la resiliencia de la población.
Por su parte, Filipinas dispondrá de una ayuda de 1 millón de euros para la implantación de los planes de reducción de riesgos y la adaptación de edificios con especial hincapié en las zonas urbanas más pobres y propensas a sufrir desastres naturales.
El último millón irá a parar a iniciativas transnacionales para reforzar la capacidad de respuesta a nivel regional en todo el sudeste asiático, incluyendo Laos, Camboya y Vietnam. Estos fondos se suman a los 200.000 euros de ayuda de emergencia proporcionados a Laos para hacer frente a las inundaciones de la semana pasada.
«La UE cree en el empoderamiento de las comunidades para que estén mejor preparadas para hacer frente a los desastres naturales, especialmente las más vulnerables, que a menudo son las que se llevan la peor parte», ha asegurado Stylianides.