El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, aseguró hoy que es «demasiado pronto» para sacar conclusiones o tomar decisiones firmes respecto a la crisis que ocurre en el vecino Zimbabue, donde las fuerzas armadas mantienen confinado al jefe de Estado, Robert Mugabe.
En una sesión de preguntas y respuestas en el Parlamento sudafricano, Zuma opinó: «Creo que sería demasiado pronto tomar ninguna decisión ahora».
«Hay acontecimientos en desarrollo en Zimbabue. Creo que cualquiera que emita una conclusión cerrada sobre lo que va a pasar en Zimbabue sería un político que no calcula. Porque no queremos especular, se quiere ver qué es lo que está pasando y tomar las decisiones y conclusiones apropiadas», añadió.
Zuma, en su calidad de número uno de la organización regional Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC, siglas en inglés), convocó para hoy una reunión de urgencia para tratar la crisis derivada por la intervención militar en Zimbabue.
El encuentro se celebrará hoy desde las 15.00 hora local (13.00 GMT) en la capital de Botswana, Gaborone, y a él acudirán los ministros de Asuntos Exteriores de Angola, Tanzania y Zambia, así como el presidente del Consejo de la SADC, el ministro de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica.
«No sabemos lo que va a pasar al final», reiteró Zuma en una de sus intervenciones, pero se mostró confiado de que «a partir de hoy», con la reunión de la SADC, habrá más información y «sabremos lo que está pasando» en Zimbabue.
El presidente sudafricano fue el encargado de confirmar ayer que Mugabe, con quien pudo hablar, se encuentra retenido por las fuerzas armadas de su país en su casa, pero que se encuentra «bien».
Tanto Sudáfrica como la SADC piden una salida amistosa y constitucional a la crisis frente a las especulaciones de que se está produciendo un golpe de Estado de facto.
En la sesión parlamentaria de hoy, la Cámara sudafricana emitió un comunicado en el que expresó su deseo de que los acontecimientos se resuelvan «de una manera que no socave sino que apoye las iniciativas de cooperación y desarrollo económico regional».
El Parlamento sudafricano hizo hincapié en los amplios lazos que unen a las dos naciones, que lucharon «codo con codo contra la opresión colonial y racial».
Entre tanto, Zimbabue permanece en una calma tensa mientras crecen las especulaciones sobre una salida negociada de la presidencia de Mugabe, de 93 años y en el poder desde 1980.
Durante la jornada de ayer, según confirmaron medios locales, los militares arrestaron a tres ministros afines a las aspiraciones políticas de la primera dama, Grace Mugabe, quien sonaba como candidata a vicepresidenta después de que su marido destituyese la semana pasada a Emmerson Mnangagwa.
Precisamente, la expulsión del vicepresidente -un incondicional del partido y veterano de guerra que estaba en las quinielas a sucesor de Mugabe- se lee como el detonante principal de la crisis.