La posibilidad de que Reino Unido abandone la Unión Europea no gusta a ningún socio. La reelección de David Cameron abrió las puertas a la convocatoria del referéndum, que se celebrará a finales de 2017 y que otorgará a los británicos la posibilidad de responder a la pregunta: ¿Debería el reino Unido permanecer como miembro de la UE?
De abandonar la UE, la economía británica se resentiría. El país sería menos influyente y sus aspiraciones de ser una voz global en la UE disminuirán. También para la UE sería una dolorosa pérdida. Se perdería a un actor influyente en el crecimiento económico y también como actor internacional porque dejaría de representarla en asuntos globales.
Si Reino Unido deja la UE, lo primero que habría que solucionar es en que espacio económico se integra. ¿Integrarse en Espacio Económico Europeo con Noruega, Liechtenstein e Islandia? ¿Un acuerdo bilateral como Suiza? ¿O un tratado de libre comercio junto a Estados Unidos?
La opción noruega sería la más dulce. Reino Unido seguiría en el mercado común pero sin formar parte de la estricta y burocrática Unión Europea. Forma parte del Espacio Económico Europeo (EEE), a través de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC). Este acuerdo une a los Estados miembros de la Unión Europea con los que forman la Asociación Europea de Libre Cambio (AELC o EFTA) excepto Suiza, formando un mercado interior común que permite la libertad de personas, bienes, servicios y capitales.
La opción de Suiza supondría negociar un acuerdo bilateral entre la UE y Reino Unido. Sin embargo su firma sería complicada. No en vano, el país suizo negoció durante años su contrato con la Unión Europea.
Suiza forma parte de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC). Sin embargo, sus habitantes votaron en referéndum el rechazo a la Espacio Económico Europeo. Como consecuencia, se suspendió su adhesión a la UE. En 1994 se iniciaron las negociaciones entre la UE y Suiza en torno a su relación. Estas negociaciones resultaron en un total de diez tratados, negociado en dos fase. A diferencia de la completos los miembros de la UE, Suiza no influye sobre el contenido de la legislación de la UE, que se aplicará
Otra de las alternativas de Reino Unido sería firmar contratos de libre comercio con otros países ya sean EEUU, China, Japón o India.
Referéndum en 2017
El Gobierno de David Cameron ha cerrado ya la pregunta que prevé plantear a los ciudadanos británicos en el referéndum de 2017, que marcará la relación entre Londres y el resto del continente: «¿Debería seguir siendo Reino Unido miembro de la Unión Europea?».
Si finalmente Cameron suma los apoyos necesarios, los ciudadanos británicos se pronunciarán por primera vez desde 1975 sobre cuál debe ser su relación con el continente. Las bases de votación serán en principio las mismas que para las elecciones generales, lo que deja sin derecho a voto a alrededor de 1,5 millones de ciudadanos de la UE residentes en Reino Unido.
Hoy arranca la gira europea de Cameron. Este jueves con una reunión con el primer ministro holandés, Mark Rutte, y el presidente francés, François Hollande, y continúa el viernes con una visita a las jefas de Gobierno de Polonia y Alemania, Ewa Kopacz y Angela Merkel, respectivamente.
El ministro de Exteriores de Reino Unido, Philip Hammond, ha agitado el fantasma de la ruptura, en una entrevista con BBC Radio que precede a los contactos de Cameron. Ante sus homólogos, el primer ministro británico llevará un mensaje: «Necesitaremos un cambio de los tratados».
«Si nuestros socios no están de acuerdo con nosotros, no trabajan en este sentido, entonces nada está descartado», ha apuntado el jefe de la diplomacia británica.