«Ha habido pérdidas pero las pérdidas son inevitables para cualquier fuera política, especialmente una que ha estado soportando la responsabilidad del país durante años», ha considerado Putin en una reunión con responsables regionales de su partido, según informa RIA Novosti. Rusia Unida obtuvo cerca del 50 por ciento de los votos, lejos del 64,4 por ciento alcanzado en 2007.
«En las condiciones actuales, éste es un buen resultado», ha considerado el primer ministro, quien ha negado que el partido sea corrupto, subrayando que son algunos de sus miembros.
«No es una característica de un partido político específico sino de las autoridades. Si nos acordamos de los años soviéticos (…) todos eran considerados corruptos y ladrones, lo mismo ocurrió en los 1990», ha subrayado.
Así las cosas, ha prometido que habrá una amplia remodelación del Gobierno ruso tras las presidenciales de marzo, y también habrá cambios en los gobernadores de las regiones del país, después de la remodelación que se ha logrado con los recientes comicios en la Cámara Baja del Parlamento, la Duma.
«La próxima fase, tras las elecciones presidenciales, será la formación de un gabinete. Por supuesto, el personal del gobierno será cambiado seriamente y seguirá también un cambio en el cuerpo de gobernadores», ha aselantado Putin, que espera imponerse en las elecciones previstas el próximo 4 de marzo.