Por una parte, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, ha expresado su esperanza de que la «pérdida sufrida por el pueblo de Corea del Norte» no afecten a las «relaciones de amistad» entre ambos paísesm según informó la agencia de noticias RIA Novosti.
Por otra, el presidente de Corea del Sur, Lee Myung Bak, y su homólogo ruso, Dimitri Medvedev, se comprometieron este lunes, mediante una conversación telefónica posterior a la noticia de la muerte de Kim, a cooperar «estrechamente» para garantizar la paz y la estabilidad en la Península Coreana, según declaró el portavoz presidencial surcoreano, Park Jeong Ha, citado por la agencia de noticias Yonhap.