El presidente afgano, Ashraf Ghani, condenó el «cobarde ataque» y ha ordenado una investigación inmediata sobre lo ocurrido, además de expresar sus condolencias a los familiares de las víctimas. Además, ha dado instrucciones para que se priorice la atención a los heridos.
Todos los soldados pertenecían al Segundo Regimiento del Ejército Nacional Afgano en el distrito de Mandozai, en la misma provincia.