Antes de que el Fiscal Criminal de Francia desvelara que el copiloto Andreas Lubitz fue la persona que hizo estrellarse el vuelo de Germanwins, los agentes de la policía alemana ya rodeaban su domicilio, que compartía con sus padres en la localidad de Montabaur, un pueblo de 12.000 habitantes en la región germana de Renania-Palatinado.
Poco después de conocerse la desconcertante noticia, los investigadores alemanes registraron tanto la vivienda familiar como el piso que tenía el copiloto del avión de Germanwings en Dusseldorf.
Precisamente la fiscalía de esa ciudad señaló que «los registros se llevaron a cabo en el piso del copiloto en Dusseldorf y en su vivienda de Montabaur», en el oeste de Alemania, donde vivía parte del tiempo con sus padres, indicó a la agencia AFP el fiscal Ralf Herrenbrück.
El fiscal de Dusseldorf concretó que los registros se están llevando a cabo para obtener documentos personales que puedan ofrecer datos de los motivos que habrían motivado la actuación de Andreas Lubitz.