La mayoría de los muertos, un total de catorce, han perdido la vida en la provincia de Homs, mientras que en Idlib han fallecido siete personas, tres en Hama y otras tantas en el barrio de Douma de la capital siria. El balance de muertos contrasta con el anuncio realizado este jueves por el régimen, que ha asegurado que había comenzado a replegar a sus fuerzas de varias de las principales ciudades del país, en cumplimiento del plan de paz promovido por el enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan.
La red de activistas sirios, que realiza un seguimiento permanente de la represión del régimen en las diferentes ciudades del país, ha explicado además que la jornada del miércoles terminó con un total de 61 muertos, de los cuales ocho eran menores de edad.
Del total de víctimas contabilizadas ese día, 26 murieron en Homs, diez en Idlib, 16 en barrios de Damasco, cuatro en Deraa, tres en Hama y dos en barrios periféricos de Alepo. Los Comités han advertido de que el balance del miércoles no incluye los muertos registrados en Taftanaz, en la región de Idlib, donde no han podido verificar los datos por el fuerte asedio al que está sometido la ciudad por los militares y las fuerzas de la seguridad del régimen.