«Prohibir (la entrada a los) periodistas es una respuesta errónea e inapropiada para cualquier desacuerdo entre el Gobierno de Ucrania con la cobertura de las noticias, y muestra una flagrante falta de respeto por la libertad de expresión», ha dicho Yulia Gorbunova, investigadora de la organización para Europa y Asia Central.
«Cerrar la puerta a los periodistas es un golpe terrible para la libertad de prensa en Ucrania, y hace más daño a la postura de Ucrania que cualquier cosa que puedan publicado los periodistas», ha argumentado.
El decreto contiene una lista de 388 individuos y 105 entidades legales descritas como «una amenaza real o potencial para los intereses nacionales, la seguridad nacional, la soberanía y la integridad territorial».
Además de funcionarios y parlamentarios rusos y líderes rebeldes que operan en el este de Ucrania, la lista incluye a 41 periodistas y blogueros de varios países, entre ellos Rusia, Reino Unido, Alemania e Israel. Todos ellos tienen prohibida la entrada al país durante un año.
Poroshenko ha asegurado que el decreto es una respuesta a la decisión de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk (ambas en el este del país) de celebrar unas elecciones que ha descrito como ilegales.
«La Unión Europea (UE), sus países miembro, y el Gobierno de Estados Unidos deben dejar claro a Poroshenko que no apoyan la prohibición arbitraria de (la entrada al país de) periodistas», ha recalcado Gorbunova.
«Es necesario que digan que no es una respuesta apropiada y que el Gobierno no puede mantener a los periodistas fuera del país como apoyo de la UE y de Estados Unidos», ha remachado.