En el centro del escándalo están unos terrenos comprados en 2016 por la guardería Moritomo Gakuen, en la prefectura de Osaka y vinculada a Abe, su esposa, Akie Abe, y otros destacados políticos del país que apoyan su línea conservadora de enseñanza.
Los terrenos fueron vendidos a la guardería por un precio inferior a su valor de mercado, lo que desencadenó acusaciones de favoritismo debido a que Akie Abe era una de las personas que entregaba donaciones al centro.
Mitsuru Ota, quien dirige la oficina del Ministerio a cargo de las propiedades estatales, ha dicho ante la cámara baja del Parlamento que dicho funcionario se puso en contacto con la escuela para preparar una historia que justificara la venta de terrenos a dicho precio.
Así, se propuso que el colegio defendiera que el descuento en el precio se debía a que asumió la contratación de camiones para el traslado de basura enterrada en los terrenos, según ha informado la cadena de televisión local NHK.
Ota ha indicado que este funcionario intentó persuadir a la guardería Moritomo para que hiciera declaraciones que confirmaran la línea oficial, al tiempo que ha presentado sus disculpas por la situación.
Abe presentó en marzo sus disculpas después de que el Ministerio de Finanzas reconociera haber manipulado documentos para eliminar su nombre, el de su esposa y el del ministro de Finanzas, Taro Aso, tras la controvertida compra de terrenos.
El primer ministro se ofreció a presentar su dimisión en caso de que se demuestre cualquier lazo que le vincule con la controvertida compra de los terrenos, si bien por el momento no se ha pronunciado al respecto.