Las fuerzas del mariscal de campo Jalifa Haftar –leales al gobierno asentado en el este del país– anunciaron esta semana su decisión de entregar el control de los puertos petroleros de Ras Lanuf y Sirte a una empresa paralela a la estatal, lo que ha generado preocupación en el seno de la ONU.
«En línea con la resolución 2362 (2017) del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, España condena cualquier intento de exportar ilícitamente petróleo de Libia por instituciones paralelas que no actúen bajo la autoridad del Gobierno de Acuerdo Nacional y recuerda que el petróleo debe ser gestionado en beneficio de todos los libios», ha subrayado que el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
En este sentido, el Departamento que dirige Josep Borrell ha insistido en la necesidad de que todos los ingresos procedentes del petróleo de sean transferidos al Banco Central de Libia.
España, ha añadido Exteriores, «reitera su compromiso con la estabilidad, la soberanía, la unidad y la integralidad territorial de Libia y su apoyo a los esfuerzos del representante especial del secretario general de Naciones Unidas,Ghassan Salamé, en la búsqueda de una solución política a la crisis» en el país norteafricano.