Turquía es un «Estado de derecho democrático y social», dijo antes de comenzar una gira a Arabia Saudí, Kuwait y Qatar en medio de las tensiones en el Golfo Pérsico. «Nadie tiene derecho de interferir en cuestiones internas de Turquía», ha insistido.
Sin embargo, y al mismo tiempo, Erdogan ha destacado la «cooperación estratégica» entre Turquía y Alemania y ha pedido evitar pasos que ensombrezcan esa cooperación.
Como ya hiciera el viernes, Erdogan volvió a referirse a la independencia de la Justicia turca y a arremeter contra las informaciones que apuntarían a que empresas alemanas están siendo investigadas en su país como sospechosas de apoyar el terrorismo, que calificó de «mentira». Sin embargo, sí que existen esas investigaciones contra empresas turcas, dijo Erdogan.
El semanario alemán ‘Die Zeit’ había informado de que Ankara estaba manejando una lista de decenas empresas y personas alemanas que estarían acusadas de tener relaciones con el movimiento del clérigo Fetulá Gulen, autoexiliado en Estados Unidos a quien Ankara acusa de estar detrás del intento de golpe de Estado en julio de 2016.
Erdogan volvió a acusar a Alemania de dar cobijo a terroristas turcos y no entregarlos. Turquía acusa al país de refugiar a integrantes del movimiento de Gülen o del kurdo Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado por Turquía como una organización terrorista.