El proyecto de ley, impulsado por el dirigente checheno, Ramzan Kadirov fue incluido este viernes en la base de datos de la Cámara Baja para su estudio. El propio Kadirov afirmó el pasado mes de abril que Putin, «no tiene alternativa» y «mientras goce de buena salud, no deberíamos pensar en otro jefe de Estado».
La nota adjunta al borrador atribuye la iniciativa a la necesidad de «preservar la estabilidad sociopolítica y la continuidad del poder en una complicada situación internacional».
La vicepresidenta del comité de Leyes Constitucionales de la Cámara Alta, Elena Afanasieva, ha acogido con escepticismo la propuesta chechena. «Me parece una enmienda innecesaria y es inadmisible que estemos intentando cambiar la Constitución cada vez que nos dé la gana», ha comentado en declaraciones a Sputnik.
La senadora, de hecho, recordó que Putin se había pronunciado en contra de tales enmiendas. «Si los diputados chechenos creen que es un cambio de vital importancia, que promuevan la convocatoria de un referéndum nacional», ha añadido.
Putin había cumplido dos plazos consecutivos de cuatro años, de 2000 a 2008, y se desempeñó como primer ministro durante los cuatro años siguientes, porque la ley le impedía presentarse para una reelección. Su tercer mandato, extendido a seis años gracias a una enmienda constitucional, empezó en mayo de 2012.
El pasado día 7, tras haber logrado un 77 por ciento en las presidenciales de marzo, Putin fue investido para el cuarto mandato, hasta el año 2024. En el hipotético caso de una nueva ampliación, Putin podría mantenerse en el poder hasta 2030, con 77 años de edad.