Los acusados fueron detenidos por los disturbios de la plaza de Ramsés de El Cairo, donde los manifestantes intentaron asaltar la comisaría de Azbakiya semanas después del derrocamiento de Mursi. En los enfrentamientos murió un policía.
En el pliego de cargos figuraban delitos como incitación al asesinato, bandalismo, posesión de armas sin autorización, vandalismo contra instalaciones públicas, corte de calles y uso de la fuerza contra las fuerzas de seguridad.
Además de los seguidores de Mursi, también estaba siendo procesado el periodista gráfico Mohamed Bader, que trabajaba para la televisión qatarí Al Yazira.