Los españoles se sienten más seguros si al jugar, se aferran primero a alguna superstición. Saben que en el fondo todo es fruto del azar pero no renuncian a ciertas tradiciones altamente simbólicas. Son datos que se desprenden de un estudio realizado por una página web especializada en la venta de loteria.
También existe una minoría, que recurre a la »artilleria pesada». Estos días, algunos, todavía practican complejos rituales para atraer la suerte como coger todos los billetes de lotería que se tengan de años anteriores y quemarlos con una vela naranja, mientras se repite tres veces mentalmente «que tus cenizas vuelvan a mí en forma de premio».
Sin ir más lejos, el año pasado la Administración de Lotería La Mexicana de Alcorcón, en Madrid, decidió contratar los servicios de una bruja, que finalmente, y a través de un conjuro, trajo la suerte a la administración, ya que fue una de las que el año pasado repartió el Gordo entre sus clientes.
Frotar el décimo por el vientre de una embarazada, un calvo, la espalda de un jorobado o el lomo de un gato, son sólo algunas de estas supersticiones que se remontan muchos años en el tiempo y que aún hoy siguen vigentes entre muchos jugadores de Lotería de Navidad, que con este tipo de trucos pretenden aumentar sus probabilidades en el sorteo.
«Aunque el hecho de que nos toque la Lotería de Navidad sea algo que dependa plenamente del azar, las costumbres y creencias pueden servir a muchos para sentir la suerte más cerca», afirma la directora de marketing de Ventura24.es, Zuriñe Sáez de Viteri.
Desde que se hiciera efectivo el sorteo en 1812, son muchas las costumbres y ritos que se han ido estableciendo y, que actualmente, forman parte de la cultura navideña. Una de las más llamativas es la de intercambiarse lotería con familiares, amigos y compañeros de trabajo.
De hecho, según la encuesta realizada por Ventura24.es, cuatro de cada diez usuarios son partidarios de esta práctica, considerada símbolo de amor y esperanza. Por el contrario, un 11,2 por ciento cree que la Lotería no debe regalarse, «porque entonces no toca».
También existen aquellos jugadores que les gusta mantenerse fieles al mismo número de lotería, año tras año, por miedo a que toque el año que no lo compren. Otros compran todo décimo que pasa por sus manos, porque piensan que están dejando escapar a la suerte.
Incluso, hay quienes acuden a las administraciones de lotería o páginas de Internet, que han entregado grandes premios años anteriores, con la ilusión de contagiarse de esa suerte.
También existen tradiciones que varían según la zona geográfica. En el caso de Galicia, tierra de brujas y conjuros, se cree que colgar el boleto de una herradura hará que la suerte llegue hasta el hogar, mientras que en otras partes de España se tiende a colocar el boleto cerca de una virgen o de una figura santa que se tenga en casa.
Llevar una moneda de oro, o bien un alfiler en la chaqueta durante los días claves, o guardarse una llave de hierro y antigua en el bolso para atraer a la buena suerte durante el momento del Sorteo, son otras de las tradiciones que todavía conservan algunos jugadores. Una rama de perejil, una vela amarilla, monedas, una cita blanca o azul o una maceta, son todos ellos sinónimos de buena ventura para muchos.