Habituado a ostentar los récords de longevidad humana, Japón anunció esta semana el fallecimiento de otro tipo de decano: el perro más viejo del mundo pasó a mejor vida a los 26 años y nueve meses.
El perro Pusuke era un perro macho cruzado con un «shiba inu», una raza autóctona de Japón. Murió el lunes pasado por la tarde. Su edad correspondería al equivalente de 120 años para un ser humano.
Pusuke solía comer muy bien dos veces al día, pero según la dueña a la prensa nipona, de forma repentinamente el animal se negó a alimentarse y empezó a mostrar dificultades para respirar.
«Estaba a mi lado desde hace 26 años, era como un hijo», explicó Shinohara, que tiene 42 años. «Le estoy agradecida de haber vivido tanto tiempo», agregó.
Ese día la dueña salió a comprar y fue al llegar cuando Pusuke dio el úultimo respiro.
En 2008 Pusuke ya superó un accidente que le pudo costar la vida tras ser atropellado. Tras ser operado superó la lesión.
El can había ingresado el año pasado al libro Guinness de los récords como el perro vivo más viejo del mundo.
Pero Pusuke nos deja sin ser el perro que más años ha vivido. Ese récord corresponde a Bluey, un perro pastor alemán que llegó a los 29 años.