La historia de amor entre Cristiano Ronaldo e Irina Shayk ha tocado fondo. Tras hacerse oficial su ruptura, pocas expectativas hay de una reconciliación cercana. Un distanciamiento, mala relación con la matriarca de la familia del futbolista,… los rumores de los motivos de la separación se han disparado en los últimos días.
Casi han pasado cinco años desde que una de las parejas más famosa del panorama actual se conociera. En mayo de 2010, el delantero del Real Madrid coincidía con la bella modelo en una sesión fotográfica para la marca de ropa Armani.
El portugués no pudo resistirse a la belleza que desprendía Irina y poco después se la llevó con él de vacaciones en su yate en la isla de Córcega. De ese repentino viaje son las primeras fotos que se conocieron de la pareja.
Ese mismo verano, tras volver del mundial de Sudáfrica, la joven modelo tuvo que enfrentarse a su primera prueba: conocer a la familia del madridista. Según los medios lusos, el primer encuentro no fue todo lo bien que debería pero se superó, aunque aseguran que la madre de Cristiano nunca la ha visto con buenos ojos para su hijo.
Apenas dos meses después, Irina se enfrentó a otro duro reto: la paternidad del futbolista que pareció aceptar sin problemas. En junio de 2010 nacía el pequeño, de quien se desconoce la identidad de la madre.
“Con gran alegría y emoción informo de que recientemente he sido padre de un niño. La madre del bebé y yo hemos acordado, ya que prefiere que su identidad se mantenga confidencial, que mi hijo se quede bajo mi exclusiva tutela. No se dará más información sobre este asunto y pido a todo el mundo que se respete completamente mi derecho a la privacidad (y a la del niño), al menos en temas tan personales como estos”, aseguraba en un comunicado.
La relación de los dos famosos ha pasado por algunos baches pero hasta ahora han salido airosos de ellos. Uno de los peores momentos para la modelo fue cuando la modelo brasileña Andressa Urach contó a la prensa que Cristiano se había acostado con ella.
A pesar de que jugador blanco negó todo, Irina se quedó con la espinita y la incertidumbre de si la infidelidad fue real o no.