Así lo ha señalado durante su tradicional discurso de Navidad en el Palacio de la Bolsa de Madrid, en el que ha hecho un resumen de los mercados en 2018 y ha compartido sus perspectivas de cara al próximo año.
En su opinión, se vislumbra «una nueva era desafiante», donde permanecen vulnerabilidades del pasado, como la elevada deuda, y riesgos del presente, como la concepción de una UE sin Reino Unido, la normalización de los tipos de interés en Europa, la inestabilidad de los gobiernos para sacar adelante sus proyectos o legislatura y los «inciertos avatares de los conflictos entre los grandes bloques».
Aún así, ha mostrado su confianza en que se recuperen los niveles de cotización de las compañías españolas, cuyos resultados empresariales son «mayoritariamente positivos», tras finalizar en 2018 «un ciclo que ha llevado a las economías a la salida de la recesión».
«Nuestro mercado, además, ofrece los servicios y productos que requiere el momento, con todas las garantías de cumplimiento normativo europeo y con una formación de precios y una liquidez exigente y competitiva», ha resaltado el presidente de BME.
PEOR BACHE DE LA HISTORIA
Zoido ha destacado que la Bolsa española «ha conseguido superar el peor bache de su historia» en la última década, con un incremento en el número de productos de inversión, inversión en tecnología y adaptación de toda la legislación europea, a pesar de lo «ardua» que ha sido en ciertos aspectos.
Según ha apuntado, estos avances han hecho que le mercado español sea «un foco de oportunidad» para los inversores internacionales, «más presentes hoy que nunca» en la Bolsa española.
El presidente de BME considera que en 2019 el mercado de salidas a Bolsa se reactivará, porque «hay interés por parte de las empresas por salir a Bolsa», tal y como han anunciado Ibercaja, Europastry y WiZink, entre otras.
Además, ha señalado que BME continúa explorando oportunidades para lanzar nuevos productos y servicios de valor añadido destinados a los participantes del mercado.
2018, UN AÑO COMPLICADO
El presidente de BME considera que el término que mejor define el presente año 2018 es «complicado», ya que han concluido a lo largo del ejercicio elementos desestabilizadores para los mercados de valores como la inestabilidad política, las dificultades de algunos países emergentes y la devaluación de sus divisas, el ‘Brexit’, la tensión en el precio del petróleo, la crisis arancelaria entre EE.UU. y China, los riesgos geopolíticos internacionales y el desafío presupuestario de Italia a Bruselas, entre otras incertidumbres.
Si bien las primeras sesiones del año fueron «positivas» para la mayoría de las plazas financieras, el Ibex 35 acumula un descenso del 13% en 2018, en línea con sus homólogos europeos, que se han visto lastrados por la desaceleración de la economía mundial y en particular de la Eurozona.
Zoido ha recordado que la volatilidad permanece en niveles históricamente bajos, sobre el 15% frente al 31% de finales de 2016, y que la capitalización de las cotizadas españolas ha conseguido mantenerse por encima del billón de euros.
Desde el año 2000 se han canalizado en la Bolsa española flujos de financiación por un valor cercano de los 780.000 millones de euros. Durante 2018 han sido admitidas en alguno de los mercados que gestiona BME un total de 26 nuevas empresas (5 en Bolsa y 21 en el MAB), se ha registrado un récord de presencia de los inversores internacionales, que ya son propietarios del 46% de la capitalización total del mercado español, y se ha mantenido el liderazgo de la Bolsa española en la retribución a accionistas, con una rentabilidad por dividendo del 4,5%.
En otro orden de cosas, Zoido ha destacado que las socimi han sido protagonistas de una parte importante de la actividad en el año 2018 y se han convertido en «un instrumento indispensable» para impulsar la reactivación de un sector que fue «uno de los grandes damnificados de la crisis», pasando de representar 3.600 millones de euros de capitalización bursátil en 2012 a 23.600 millones de euros a finales del pasado mes de noviembre.