«La perspectiva de crecimiento para la zona euro se ha deteriorado de manera particularmente aguda», señala la agencia, que ha revisado a la baja sus pronósticos de expansión del PIB de la zona euro para este año y el siguiente al 1% y el 1,3% respectivamente, frente a la anterior expectativa de un crecimiento del 1,7% en 2019 y del 1,6% en 2020.
No obstante, a pesar del drástico recorte en las previsiones de crecimiento para la zona euro y la economía mundial en general, Fitch descarta una recesión global, señalando que EEUU sigue creciendo por encima de la tendencia y parte de la debilidad reciente en la eurozona responde a factores temporales que deberían empezar a disminuir relativamente pronto.
Asimismo, dada la brusca desaceleración del crecimiento de la eurozona en la segunda mitad de 2018 y la rápida caída en las expectativas de inflación, sumada al potencial endurecimiento de las condiciones de crédito a medida que vencieran los préstamos de las subastas TLTRO-II del BCE, la calificadora de riesgos destaca los cambios introducidos por el banco central en su reunión de marzo, cuando dejó claro que los tipos de interés no subirán antes de finales de 2019 y anunció una nueva ronda de megasubastas, TLTRO-III.
En este sentido, la calificadora de riesgos considera que estas decisiones por parte del BCE llegaron «un poco antes de lo que muchos esperaban», aunque advierte de que no ve probable que sean suficientes para abordar las implicaciones del frenazo en el crecimiento para el objetivo de inflación de la institución, por lo que el BCE se planteará nuevas medidas de estímulo.
«Hemos rebajado nuestras previsiones de inflación al 1,3% y el 1,4% para este año y el siguiente y ya no esperamos una subida de tipos en 2020», auguran los analistas de Fitch, que consideran probable que el BCE «retome sus compras netas de activos a finales de 2019».
Por otro lado, la agencia destaca el sensible cambio observado en el entorno de la política monetaria durante los últimos meses, destacando que la Reserva Federal de EEUU ha apuntado su disposición a reducir el ritmo de subidas de los tipos de interés, que Fitch limita a una única subida en 2019, frente a las tres que preveía anteriormente.