El viejo continente hace honor, cada vez más, a su apodo. «Europa está inmersa en un invierno demográfico sin precedentes». Es la principal conclusión a la que llega el Instituto de Política Familiar (IFP) en su último estudio »Evolución de la familia en Europa». El trabajo recoge datos de Eurostat y muestra algunas sorpresas sobre los porqués del envejecimiento del continente.
Los principales problemas a los que se enfrentan las familias europeas son el envejecimiento poblacional, una natalidad decreciente, más de un millón de abortos anuales, el descenso de la nupcialidad y las desigualdades en relación a las ayudas públicas que cada Estado miembro de la UE aporta en política familiar.
Envejecimiento de la población
El tablero demográfico ha dado un vuelco espectacular en las últimas décadas en Europa. Actualmente, dos de cada diez europeos son mayores de 65 años, y además esta franja poblacional supera en 13,1 millones a los menores de 15 años. En 1980, los jóvenes superaban en 36 millones al número de ancianos.
En los últimos 20 años, el número de jóvenes ha descendido en 10 millones, mientras que el de mayores ha crecido en 23 millones.
En España, el 17,7% de la población es ya anciana y el 15% tiene menos de 15 años, 1,2 millones de personas menos. La pirámide poblacional ya no es un rombo, aún más acusado en España. El 5,1% de los europeos tiene más de 80 años, el 5,5% de los españoles.
Descenso de la natalidad
En sólo un cuarto de siglo, de 1988 a 2013, nacen 932.772 nacimientos menos en Europa. Los ciudadanos del viejo continente desearían tener más hijos de los que traen al mundo. La media de sus expectativas se sitúa en 2,3 hijos por mujer. La realidad es que se producen 1,58 niños de media. Portugal con 1,28, Polonia (1,30) y España (1,32) son los países donde menos hijos se tiene.
Además, estos nacimientos muestran unas características que también son alarmantes, según IFP, y que muestran un cambio social preocupante. Cuatro de cada diez de los europeos que nacieron en 2013 lo hicieron fuera del matrimonio. En España, esta tendencia es creciente y se sitúa muy cerca, con un 38,9% de los alumbramientos.
Países como Francia, Bulgaria y los estados nórdicos superan ampliamente esta media. Dentro de España, destaca Canarias. Un 60% de los nacidos vienen al mundo bajo una unión que no es matrimonial. Esta estadística supera la de cualquier otra nación comunitaria.
Además de tener menos hijos, cada vez se tienen más tarde. La edad para tener descendencia se ha retrasado más de tres años desde 1.980 hasta llegar a los 30,1 años. Las españolas son las que más tarde dan a luz por primera vez, a los 31,9 años.
Un aborto cada 30 segundos
Los últimos datos disponibles acerca de esta variable son de 2012. Se produjeron 1,1 millones de abortos en todo ese año, lo que supone uno cada 29 segundos, son 126 cada hora, lo que supone que 3.013 niños dejan de nacer diariamente en la UE.
Desde 1992 hasta 2012 se han producido 29 millones de abortos, lo que sitúa a esta causa como la principal razón de muerte en Europa junto al cáncer, según IFP.
Menos matrimonios y más divorcios
Desde el año de referencia de este estudio (1980) hasta 2012, han descendido el número de matrimonios en un 30,3%, lo que roza el millón de nupcialidades. Portugal, con tres rupturas por cada cuatro nuevas bodas, lidera este ránking del desamor. Le siguen Bélgica, Letonia y España, con dos divorcios por cada tres enlaces. Además, es España el país donde más ha crecido esta tasa en la última década. Concretamente, el 227%.
La duración media de los matrimonios rotos es de 14 años y medio.
La soledad es otra de las circunstancias que puebla Europa. Sólo tres de cada diez hogares en la UE tiene niños y tan sólo el 16% tiene dos o más. Si no cambia la tendencia, en 2025, la media de personas en España por hogar será de dos miembros.