Hay días en que abres el correo y te encuentras con auténticas perlas. Desde Noruega me envían un cuento cheroqui, que yo traduzco a mi manera.
Hace muchos, muchos años, el Gran Indio Cheroqui consideró que había llegado el “momento decisivo”. Así llamaban en la tribu al día en que el viejo del lugar desvelaba a un joven el secreto de la felicidad tranquila. “Hijo mío, te contaré la historia de una batalla que se libra en el interior de cada hombre, de cada mujer”.
“Dos lobos viven dentro de nosotros. El Lobo Malo es la ira, el rencor, la envidia, la tristeza, los celos, la avaricia, el orgullo, el egoísmo, la mentira, el cinismo… El Lobo Bueno es el amor, la sabiduría, la paz, la esperanza, la alegría, la compasión, la verdad, la paciencia, la humildad…”.
Muy pensativo, el Joven Indio Cheroqui guardó silencio. Después preguntó: “¿Y quién gana la batalla?”. —“Aquel al que alimentas”.