Ana Brnabić, de 41 años, ha sido elegida Primera Ministra de Serbia, lo que supone dos grandes hitos para el país: la primera mujer a la cabeza del ejecutivo y la primera mujer homosexual de la nación balcánica.
El nombramiento de Brnabić se ha producido en la misma semana en la que Leo Varadkar, indio y gay, ha tomado las riendas de Irlanda. Sin embargo, lo más notable del nombramiento es que la homofobia sigue estando muy extendida en los Balcanes.
Goran Miletić, activista por los derechos civiles y organizador del Orgullo de Belgrado, dijo: «Incluso en algunos países occidentales sería una gran noticia que una persona gay o lesbiana se convirtiera en Primer Ministro, pero es aún más importante para un país donde el 65% cree que la homosexualidad es una enfermedad y el 78% piensa que la homosexualidad no debe expresarse fuera de los hogares. El nombramiento de una lesbiana sólo puede ser un mensaje positivo».
Miletić dijo que los derechos LGBT eran una prioridad baja tanto para el Bobierno como para la comunidad internacional, aunque el gobierno de Vučić consiguió algunos avances durante su legislatura como el reconocimiento legal de la reasignación de género.
La violencia y la discriminación es tan generalizada que el desfile del Orgullo de Belgrado ha sido suspendido en el pasado por «preocupaciones de seguridad» y ahora se lleva a cabo bajo fuerte guardia policial, en medio de protestas de la extrema derecha y la iglesia ortodoxa.
Brnabić asumirá su papel mientras Serbia navega unos años cruciales: el país se está preparando para la adhesión a la UE, manteniendo su relación tradicionalmente estrecha con Rusia y fomentando una creciente amistad con Pekín.