Como consecuencia de la abdicación de Alberto II de Bélgica, el diario belga Le Dernière Heure, ha publicado las últimas novedades acerca de la presunta hija ilegítima del monarca. Delphine Boël afronta de otra manera su lucha para ser reconocida como hija legítima de Alberto II, ya que a raíz de su abdicación se enfrenta al proceso como un ciudadano más. El pasado 20 de junio, Delphine Boël recurrió al tribunal de primera instancia de Bruselas con el fin de obtener el adn de los miembros de la familia real para tratar de demostrar que ella es hija natural del rey.
A través de la demanda busca hacer comparecer a Alberto II y a sus hijos Felipe y Astrid. Tras la decisión del monarca de abdicar, Alberto se convierte en un ciudadano de a pie como cualquier otro. Por lo tanto, ya no puede gozar del principio de inviolabilidad de la figura del rey, establecido en el artículo 88 de la Constitución belga.
El tribunal de primera instancia de Bruselas se reunirá el próximo 3 de septiembre para establecer un calendrio de acción ante la petición de Delphine, que nacida en 1968, no fue revelada públicamente hasta 1999, por Mario Danneels, autor de una biografía sobre la reina Paola. El por aquel entonces rey de Bélgica reconoció ante la opinión pública la existencia de su hija ilegítima en un polémico discurso de Navidad en 1999.
Delphine Boël es una reconocida escultora especializada en obras de papel maché, que ha desarrollado su talento en Londres, manteniendo en todo momento su residencia en Bruselas. Es madre de dos hijos.
En anteriores declaraciones reconocía que había pasado página respecto a sus presuntas raíces como hija del rey, sin embargo, recientemente ha decidido emprender acciones legales como consecuencia de la discriminación que alega haber sufrido, y aprovechando los últimos sucesos.