El Plan Marruecos 2014-2017 aprobado el lunes por la Generalitat establece el marco de las relaciones entre ambos países durante este período.
En la presentación del documento, el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, establece que “Catalunya y Marruecos mantienen una intensa y creciente relación en todos los órdenes”, que han quedado demostrados, afirma, con “los intercambios institucionales y los viajes a Marruecos de todos los presidentes de la Generalitat de Catalunya desde la reinstauración de la democracia». Homs recuerda que la Generalitat mantiene también planes de trabajo similares con Quebec, Flandes y Japón.
El plan, contenido en un documento de 54 páginas, se desglosa en cinco ámbitos: relaciones institucionales; cooperación al desarrollo; relaciones económicas; cultura, universidades e investigación, y catalanes de origen marroquí.
Entre otros asuntos, pretende, por ejemplo, reforzar la presencia institucional catalana en Marruecos, mediante la “creación de una estructura estable de colaboración” o fomentar los contactos institucionales entre la sociedad civil de Marruecos y los representantes de las instituciones catalanas, acercarlos a la administración catalana.
La Generalitat justifica las buenas relaciones con el avanzado nivel de desarrollo que en su opinión ha alcanzado el país, resultado de “la mejora de la distribución interna del crecimiento económico y la creación de una sociedad más cohesionada”. En esa sociedad, afirma, hay retos como “la lucha contra las desigualdades internas, la reducción de las bolsas de pobreza, especialmente en zonas rurales y periferias urbanas, promoción de derechos de la mujer y de la salud materno infantil y reducción del paro juvenil”.
15 millones destinados a Marruecos entre 2000 y 2013
“Para la cooperación catalana, Marruecos es un socio de larga tradición”, se expresa en el documento. De hecho, la Genealitat ha destinado más de 15 millones de euros entre los años 2000 y 2013 al país. El documento destaca la importancia de los nexos de la sociedad civil catalana y marroquí, “de hecho, son las ONGD y asociaciones catalanas, con sus homólogas marroquíes, los actores que de forma más decisiva han contribuido a construir la cooperación con el país”.
El plan incluye reforzar el apoyo a las instituciones públicas marroquíes y a las asociaciones relevantes en materia de gobernabilidad local, y a aquellas iniciativas “que fomenten el desarrollo de competencias descentralizadas para promover una gobernanza democrática local”, acuerdos en temas de administración pública, promoción de la gobernanza democrática, fortalecimiento del tejido económico y acciones para una producción sostenible, programas de mejora de la gestión pesquera sostenible o de la defensa de los derechos sindicales y laborales, entre otros puntos.
El documento abarca desde programas de colaboración para promover la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito de la empresa o programas para reducir las tasas de VIH a otros destinados a reducir la corrupción mediante la “colaboración entre la oficina antifraude y los homólogos marroquíes”.
El 20% del comercio de España con Marruecos es a través de Catalunya
Uno de los gruesos del documento lo constituye el ámbito empresarial, teniendo en cuenta, como se indica, que Catalunya representa el 20% del grueso comercial de España con Marruecos. “En los últimos años, las relaciones entre ambos países del Mediterráneo se han intensificado y Marruecos se ha convertido en uno de los países donde la presencia catalana es más significativa, con un interés creciente entre ambos países en intensificar las relaciones empresariales y económicas en general”, se explica.
En 2012, más de 7.000 empresas exportaron sus productos a Marruecos por valor de 761 millones de euros, las importaciones catalanas del país ascendieron a 679 millones de euros. Más de la mitad de las empresas implantadas en Marruecos son catalanas.
En este punto, propone medidas de intercambio empresarial para promover la implantación de filiales catalanas en el país y también las inversiones marroquíes en Catalunya.
En el ámbito cultural, se proponen, entre otros, organizar la visita de una delegación cultural de Marruecos a las fiestas de la Mercè, promover exposiciones itinerantes de pintores marroquíes, la presencia de creadores marroquíes en ferias de creación catalanas, o la promoción de la Mostra de cine árabe y mediterráneo de Barcelona. La Generalitat pretende también fomentar la cooperación universitaria, mediante programas de intercambio y prácticas de estudiantes de Marruecos en empresas catalanas.
El plan recuerda que el colectivo marroquí “tiene un nivel de asentamiento considerable y se distribuye de forma homogénea por el territorio: tan sólo uno de cada cuatro municipios de Catalunya no tiene ningún residente de esta nacionalidad”, y apunta a que desde el año 2012, el Estado concedió la nacionalidad española a 16.163 personas originarias de Marruecos, un 34% en Catalunya.
Se estudiaría la lengua árabe y el tamarig, a través de la Casa Amaziga
El ámbito que ha generado más controversia es el relativo a la enseñanza de la lengua árabe y la difusión de la cultura islámica, donde se otorga un papel preferente al Gobierno Marroquí. Así, se indica que mediante el “Programa de Lenguas de Origen”, la Generalitat establecerá un convenio de colaboración con el Gobierno de Marruecos `por el cual “éste proporciona profesorado para los alumnos de origen marroquí, pero también abierto a alumnado catalán”. El plan abarca lengua árabe y también el dialecto tamazig, que será impartido a través de la Casa Amaziga. La finaciación de estas clases correrá también a cargo de la Generalitat.
La enseñanza de estas lenguas se impartiría en horario escolar o bien mediante el refuerzo, en horas y profesores, de las clases que ya se imparten en horario extraescolar, para lo cual se remite al convenio interestatal del programa LACM firmado con el Gobierno de Marruecos, que permite la continuidad de las clases de lengua árabe y cultura marroquí en horario extraescolar en los centros educativos de Catalunya que así lo soliciten.
El plan otorga participación a Marruecos en la “formación docente del profesorado de lengua árabe y cultura marroquí”. Esos profesores se incorporarán después en un grupo de trabajo para el intercambio de acciones didáticas y proyectos, con formadores del Departamento de Educación.
Más derecho a sufragio clave: Mas cree que los marroquíes apostarán por la independencia
Otro de los puntos más polémicos es el apartado el que habla de la “formación de los líderes de las comunidades religiosas” marroquíes. En este sentido, se indica que “las especificidades idiomáticas y culturales del colectivo marroquí, así como su importancia numérica, hacen conveniente impulsar iniciativas diseñadas especialmente para esta comunidad”. La Generalitat considera que “la colaboración del Gobierno de Marruecos redundará en una mejora del diseño de los contenidos formativos que se dirigen específicamente a las entidades marroquíes, así como una mayor eficacia a la hora de difundir estas propuestas de formación”.
El Gobierno catalán se compromete además a avanzar para el reconocimiento del derecho de sufragio en las elecciones municipales, actualmente limitado a aquellos inmigrantes que dispongan de un permiso de residencia permanente, y a solucionar problemas relacionados con la concesión de la nacionalidad. El Gobierno catalán afirma que elevará al Ejecutivo propuestas para mejorar los procedimientos.