La violencia de género ya no solo se queda dentro de las puertas de casa. Con la aparición de las nuevas tecnologías, está alcanzando otras dimensiones que permiten el control y seguimiento de las mujeres, sobre todo en la adolescencia, allá dónde van.
La violencia contra las mujeres por medio de Internet y otras TIC se manifiesta de muy diversas maneras, algunas con carácter claramente sexual y otras no.
– Sextorsión contra mujeres.
– Violencia verbal (insultos, desprecios, etc.): en redes sociales, chats, blogs, email, webs humilladores, etc.
– Escalada de un enfrentamiento online a violencia física real.
– Acceso ilegal a perfiles en redes sociales para humillar o para realizar alguna otra acción contra la mujer, calificable como violencia.
– Amenazas, coacciones y otros ciberdelitos semejantes, efectuados online o por SMS. Por ejemplo, ciberbullying contra una niña o adolescente.
– Ciberacoso (sexual o no) contra mujeres. P.ej. el realizado por personas que publican teléfonos y/o fotos de mujeres en webs de servicios sexuales para que las molesten (cyber-harassment).
– Publicación de fotos de ex-novias desnudas con o sin comentarios humillantes.
– Publicación de fotos robadas de mujeres desnudas o en cuartos de baño, duchas, etc.
– Cualquier otra difusión no autorizada de fotos o vídeos de sexting protagonizados por mujeres.
– Otros tipos de violaciones de la privacidad en relación con las TIC: p.ej. el uso de dispositivos de espionaje entre parejas: cámaras ocultas, spyware, keyloggers, GPS, etc.
– Uso de teléfonos móviles para controlar y vigilar a mujeres víctimas de violencia machista por parte de sus agresores.
– Explotación sexual online (sexcams).
– Exhibicionismo online: obligar a ver imágenes sexuales propias, p.ej. vía webcam. Captación online de mujeres para la trata.
– La redifusión (reenvío) de cualquiera de estas acciones.