Alemania ha detenido este miércoles a 25 ultraderechistas acusados de organización terrorista nacional. 22 de ellos estaba planeando un golpe de Estado. Un aristócrata, un militar retirado y una exdiputada del partido de ultraderecha AfD están entre los detenidos que pretendían, entre otras cosas, “negociar un nuevo orden estatal”.
En la operación han participado más de 3000 policías y se ha realizado de manera simultánea en 11 estados federados. El grupo iba a utilizar “medios militares” para atentar y el objetivo eran miembros representantes del Estado. Los sospechosos forman parte del Reichsbürger, un movimiento que promueve teorías de la conspiración y dice no acatar la constitución alemana.
Según las investigaciones, los detenidos pretendían sustituir el orden estatal alemán «por una forma de gobierno propia». La fiscalía general ha advertido en un comunicado de que «esto también incluye cometer homicidios”. A estas detenciones se suman también las producidas en Austria e Italia y la operación para detener a todos los miembros de la organización todavía continua en marcha.
Además, el escrito informa de que a los acusados les ha unido “un profundo rechazo a las instituciones del Estado y al orden liberal democrático” y que pretendían “participar en su eliminación violenta”.