El exdirigente de UPyD Gonzalo Sichar Moreno ha decidido abandonar el partido «hastiado» de una formación que, según explica, ha caído en la «oligarquía de hierro» y en el que los que se desmarcan del discurso oficialista pasan al «ostracismo».
Uno más de los miles de afiliados que han abandonado un partido que cuando nació en 2007 en la Casa de Campo de Madrid, tenía como idea fundamental ser el único partido que defiende a España» frente a los «embates secesionistas» catalán y vasco y frente la proliferación del mensaje de defensa de lo particular frente a lo general. Ideológicamente se declara como no nacionalista, transversal, laico, progresista y defensor de un modelo federalista en España y en Europa. Seis años después el partido de Díez se tambalea.
Una formación que se ha transformado en «un partido grande» porque «son muy grandes los objetivos que se marcó» y que está consiguiendo, aseguró el pasado septiembre Rosa Diez. Principalmente, la regeneración de la democracia en España. Además, ha pronosticado que tras los próximos comicios autonómicos y generales (2015) donde se estima que el partido obtenga 30 diputados, «este partido tendrá mucha capacidad para decidir cómo y quién gobierna en España«.
Sichar Moreno asegura que el partido de Rosa Díez ha perdido 16.000 afiliados desde que se creó la formación. Con un millón cien mil votos conseguidos en las últimas elecciones, el partido de Díez se resquebraja por la falta de apoyo a los principios básicos que se crearon en 2007. Por su parte el PSOE ha perdido 40.000 militantes (6.973.880 de votos) desde que Rubalcaba tomó el timón y se hunde en intención directa de voto con un 14%. En septiembre de 2013, el PP ( 10.830.693 de votos) llegó a alcanzar los 865.761, y desde 2008 el partido cuenta con 112.413 afiliados más.
Cae el Consejo de Guadalajara
Pero la realidad es bien distinta de lo que cree Rosa Díez. En los últimos años han sido miles los afiliados que se han dado de baja del partido por su discrepancia con las ideas de la cúpula. Siete de los diez miembros del Consejo Local de Unión, Progreso y Democracia de Guadalajara, entre ellos el coordinador local, Francisco Lucas, se han dado de baja de esta formación política «por dignidad y honradez». Los motivos de esta bajan han sido «la nefasta y torticera toma de decisiones de la coordinadora territorial, Celia Esther Cámara». «Manejan el partido a nuestro juicio como una secta, un club de amigos al estilo tablao talaverano, pero como cualquier función teatral, tarde o temprano, se echa el telón y el final llega y la verdad asoma», añadió Lucas.
El excoordinador local ha denunciado también «la falta de democracia interna y la represión» y ha afirmado que UPyD «es un partido al servicio de Rosa Diez, su consejo de dirección y los 17 reinos de taifas formados por los consejos territoriales». Lucas ha calificado al partido magenta como «solo una marca registrada, un producto comercial que intenta vender lo que la ciudadanía demanda en un determinado momento, valiéndose de la maestra de la demagogia, lo que ha hecho que de 22.300 carnés expedidos solo queden 5.000 afiliados en toda España». «¿Tantas personas estamos equivocadas que contamos lo mismo sin conocernos?», se ha preguntado Lucas, que ha añadido que «no somos indeseables como afirma Rosa Diez que solo queremos un cargo?».
«Nada más lejos de la realidad, solo tenemos que mostrar sumisión y no plantear ninguna queja para ir pasando de cargo en cargo dentro del partido», ha indicado Lucas, para quien «la que, al parecer, desea un cargo perpetuo es Rosa Diez, pues mucho hablar de los demás, pero es la única que lleva más de 30 años mamando de la ubre de los presupuestos».
Pierde a sus candidatos en León
En León, en los últimos meses han dicho adiós a la agrupación varias personas que en su momento habían concurrido como candidatos a las elecciones.
El primero en irse fue Juan Carlos Fernández, impulsor de San Andrés de 2010 y candidato a la Alcaldía. Esto fue en mayo de 2013. En junio anuncia su abandono Guillermo Martínez –número dos de la lista de UPyD al Ayuntamiento de León- mediante un comunicado plagado de críticas al partido. El último en mostrar su descontento ha sido el en su día candidato a la Alcaldía de Ponferrada, José Manuel Vidal, quien regresa a su anterior partido, el PSOE. Tampoco forma parte de UPyD Sadat Maraña, el número 1 de la lista del partido al Ayuntamiento de León.
El 85% de los afiliados de Armilla se van del partido
El 30 de enero la dirección nacional cesó a los tres ediles del partido por incumplimiento de los compromisos ciudadanos y deslealtad, concretamente a Sonia Vega, Manuel Megías Ortega y Juan Moreno Linares en un pueblo de Granada, Armilla. Según expresaron a través de un comunicado, las razones por las que abandonan el partido son, entre otras, la «falta de democracia interna de UPyD; la creciente toma de decisiones desde Madrid sobre actuaciones de la agrupación de Armilla, así como la falta total de autonomía».
Desbandada en Euskadi
En el último año han dicho adiós a la formación de Rosa Díez los cabezas de cartel de Álava a todas las elecciones, el máximo responsable de la organización en Euskadi y en Gipuzkoa, Nicolás de Miguel, y unas semanas antes de éste último, devolvió la cartera de UPyD Txema Vázquez. En periodos electorales, cuando de Miguel estaba en listas, él se encargaba de la organización en Euskadi.
Dimite toda la cúpula gallega
El hartazgo es tan grande que los miembros del Consejo Territorial de Galicia de Unión Progreso y Democracia (UPyD), incluido el coordinador en la Comunidad, Gonzalo Fernández Piñeiro, presentaron su dimisión el pasado diciembre en forma de protesta «por el trato recibido por parte de dirigentes» del partido de Madrid. Según fuentes próximas a la organización en Galicia, aunque los hasta ahora miembros de la cúpula gallega de UPyD dimiten, «manifiestan que siguen siendo afiliados», y esperan que «su gesto sirva para que el Consejo de Dirección de UPyD tome medidas que rectifiquen la marcha del partido».
El pasado junio, el candidato a la presidencia de la Xunta por UPyD, José Canedo, abandonó la formación política. Su renuncia se suma a la de Juancho Chouza, exesponsable de Redes Sociais del Consejo Territorial de Galicia. Canedo se mostró disconforme con la forma de llevar la dirección de UPyD en Galicia, que tacha de «desastrosa».
Sólo quedan la mitad de afiliados en Cantabria
La crisis interna acabó con la salida en bloque de 36 miembros del sector ‘crítico’ en Cantabria y deja al partido con poco más de 40 militantes en agosto. Cerca de la mitad de los 81 afiliados de UPyD en Cantabria decidieron darse de baja del partido. La crisis interna que atraviesa la formación, con dos facciones enfrentadas por la estrategia de crecimiento y denuncias cruzadas entre los militantes, va camino de llevarse por delante un proyecto político que, según todas las encuestas, podría entrar en las principales instituciones públicas en las próximas elecciones.
Valencia, en el límite
Es la única región -a excepción de Madrid- con representación en el Congreso, a través del actor Toni Cantó. Pero las voces de alarma ya suenan por la ciudad del Turia. Muchos militantes díscolos no están de acuerdo con lo que piensan en la sede nacional y han asegurado que muchas de las cabezas pensantes de Valencia sólo buscan »amistades» para las generales.
División en el partido
Más de un centenar de afiliados críticos de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) decidieron en 2009 presentar su baja como militantes de la formación porque consideran que la dirección, liderada por Rosa Díez, está «abandonando el terreno de los principios» para entregarse a «dudosas estrategias de poder», algo que consideran «un fraude a la sociedad» del que no quieren ser «cómplices».
Tras la derrota que sufrió la corriente crítica de UPyD en el congreso que el partido celebró para renovar sus órganos de dirección, en el que Rosa Díez consiguió revalidar su liderazgo con más del 70 por ciento de apoyos, más de un centenar de afiliados han decidido renunciar a seguir formando parte de este proyecto. «Nos vamos porque el partido que creamos, en el que creíamos y en el que creyó una buena parte de la sociedad española, ya no existe», argumentan.
Entre quienes han decidido darse de baja de militancia se encuentran algunos de sus miembros fundadores, como Gerardo Hernández Les, Rodolfo Laiz, Ramón Ibarrola o Juan Espino. Estos han decidido seguir la estela de Mikel Buesa, quien también abandonó el partido acusando de control férreo y autoritario a Rosa Díez.