Que te toque el Gordo no solo depende de conocer las reglas de la probabilidad y el movimiento del bombo. Hay decisiones en el día a día que resultan determinantes, y si no, que se lo digan a José María, de 66 años, párroco en San Lorenzo de Flumen, que hasta en tres ocasiones ha tenido en sus manos la papeleta con premio, la última, la del Gordo.
«Vinieron a la iglesia las mujeres de la asociación de Sandeto para venderme una participación de 5 euros, pero les dije que no, porque no puedo comprar todos los números que quiera«, cuenta por teléfono desde la parroquia.
En otras dos ocasiones también se atrevió a discutir a la suerte. Hace 25 años, cuando ejercía como cura en otro pueblecito de Huesca, en Ayerbe, un amigo le ofreció una participación que resultó galardonada, aunque no recuerda qué premio recibió. «Señorita, fue hace mucho tiempo, no pretenderá que le relate ahora mis memorias», bromea. Años después, cuando residía en Sabiñanigo, también recibió otra papeleta afortunada, esta vez recuerda que era un segundo premio. «Lo vendía el colectivo con el que habíamos ido de peregrinación a Roma. Cené con ellos, y quien estaba a mi lado le tocó el premio». En ninguno de los dos casos recuerda el número.
Pero José María insiste en que no tiene ni pizca de remordimiento, es más, cuenta sus historia con sorna. «A mí no me hace falta el dinero». Dice que se alegra mucho por la felicidad de los demás, y más ahora en crisis. Pero pide un deseo. «Ya que ha tocado en Grañén, pues me gustaría que arreglaran la Ermita de San Julián, que le tengo mucho cariño«.
«Espero que mi socio me invite muchas veces»
David, vecino de Grañén, cuenta resignado, aunque con cierto tono de humor, que su socio Miguel tendrá que invitarle muchas veces a banquetes, ya que le ha tocado 100.000 euros del Gordo. Y ha ganado el premio por casualidad. «En ese momento, él estaba en el supermado y le vendieron la papeleta. Fíjate que me dijo que la compró por compromiso». Pues el compromiso se ha convertido en un buen colchón económico. David, que regenta también un bar con su esposa, está «contento» porque ve positivo para el pueblo que se haya repartido el Gordo. «Hombre, se han distribuido 720 millones de euros, así que espero que vaya mejor el negocio».