Seguro, sereno y tranquilo. Así se vio al Pequeño Nicolás en su primera aparición en el programa ‘Un tiempo Nuevo’ de Telecinco tras haber sido arrestado. Esta hace unas semanas nadie sabía quién era, a pesar de que él tenía fotos con políticos, empresarios y periodistas españoles.
Tan solo tiene 20 años y ya se ha codeado con las más altas esferas del país. Incluso asegura que le Rey Juan Carlos I le mandó un mensaje y que colaborada con la Casa Real. ¿Es en realidad un farsante? ¿Vive en una realidad paralela?
Para la psicóloga, Irene López Assor, Francisco Nicolás tiene un trastorno narcisista de la personalidad que consiste en un patrón general de grandiosidad en la imaginación o en el comportamiento, una necesidad de admiración y una falta de empatía, que empieza al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos.
Esta experta señala que Fran, como prefiere que le llamen, tiene un grandioso sentido de auto importancia, “exagera los logros y capacidades, espera ser reconocido, como superior sin unos logros proporcionados. Está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios”.
Según López Assor, Fran cree que es especial y único y “que sólo puede ser comprendido, o sólo puede relacionarse con otras personas o instituciones que son especiales o de alto estatus. Es muy pretencioso y tiene unas expectativas irrazonables sobre el trato especial que debe recibir. Además carece de empatía y es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás”.
Sobre su intervención en el programa de Telecinco, Irene asegura que estaba muy seguro de sí mismo. “Aunque decía que estaba nervioso, dominaba perfectamente el trato con los entrevistados, como si hubiera ensayado más de una vez delante del espejo, como debía de actuar. Tenía perfectamente argumentado lo que iba a decir, no titubea nada y tenía respuesta para todo, incluso cuando no quería hablar tenía la «respuesta recurso», como «pertenece al sumario». Cuando habla de su familia, es el único momento que pestañea y toca una parte más emocional, pero vuelve a su control sobre si mismo”, asegura esta experta.
Para López Assor lo que más destacó de su lenguaje no verbal fue su mirada. “No tenía una mirada clara y transparente, si no que es más bien fría. Incluso es capaz de aguantar el autocontrol. Su postura corporal no era tensa debido a que este momento real, es decir estar en un plato, ya había sido ensayado mentalmente en su mente, muchas veces, y es parte de este delirio de grandeza, sabiendo la repercusión que tiene su imagen. Por eso se ríe, hace parecer tranquilo y sobretodo da la imagen de confianza, típicos en estos trastornos para que el interlocutor al final tenga la duda… ¿y si es verdad?” apunta Irene.
Esta psicóloga cree que su mirada, denota el patrón de psicosis, “la mirada muestra otra realidad, muy bien armada y creída primero por sí mismo para poderla transmitir sus ideas a los demás. Encaja con los patrones narcisistas y de megalomanía, de ideas delirantes bien estructuradas”.
Según Irene, “un joven de 20 años no tiene esas características, es como si fuera una persona de 40 en su forma de hablar y de expresarse. Habla como una persona de gran experiencia vital, cuando esto no es real. Puede que haya estudiado el lenguaje y los gestos de personas con una amplia experiencia vital, exitosas y poderosas”.