La brasileña Helena Rizzo, responsable junto a su marido Daniel Redondo del restaurante Maní, en São Paulo, empezó en el mundo de la gastronomía compaginando la cocina con su trabajo como modelo. Atrás dejó sus estudios de arquitectura para centrarse en una pasión que, a sus 36 años, le está reportando numerosas alegrías.
Elegida mejor chef del mundo por los Premios Veuve Clicquot 2014, creados en honor de la pionera gastrónoma que dio nombre al famoso champán y que premia a las mujeres innovadoras y audaces, Rizzo comenzó su carrera profesional en Brasil siendo una aprendiz en las cocinas de Emmanuel Bassoleil, Luciano Boseggia y Neka Barreto.
Junto a dos socios abrió Na Mata Café, en Sao Paulo, donde trabajó durante dos años como jefa de cocina, pero su inquietud y su necesidad de continuar aprendiendo de los mejores la hizo trasladarse a Europa y pasar cinco meses en Italia, donde trabajó en dos restaurantes, uno de ellos el Sadler, en Milán, con dos estrellas Michelin.
En España estuvo tres años durante los que trabajó en ocho restaurantes diferentes. Aprendió en el Celler de Can Roca, actual mejor restaurante del mundo, y Joan Roca la invitó a ser parte del equipo que liderara la cocina del Moo, en el hotel Omm, donde permaneció un año.
Rizzo decidió regresar a Brasil junto a Daniel, gerundense al que conoció entre los fogones de El Celler, cuando él era el jefe de cocina, para emprender una nueva aventura y abrir su propio negocio. Ella volvió a Sao Paulo en 2004 y él la siguió en 2005, un año antes de que Maní abriera sus puertas en el Jardim Paulistano, con una propuesta culinaria a dúo donde impera el respeto a las prácticas e ingredientes culinarios tradicionales de Brasil trabajados con técnicas modernas e influencia española.
Un libro y un nuevo restaurante en 2014
La brasileña ya fue elegida mejor chef femenina de América Latina el año pasado, en la inauguración de la versión latinoamericana de los premios a los 50 Mejores Restaurantes del Mundo que concede la revista Restaurant, que ha destacado un plato que personifica la cocina de Rizzo, su versión de las clásicas Mandiocas brasileñas, horneadas y servidas con espuma de tucupi, leche de coco y aceite de trufa blanca.
Al conocer la noticia, la cocinera ha indicado que el premio, que le será entregado el próximo 28 de abril en Londres en la ceremonia de entrega de los galardones a los 50 Mejores Restaurantes del Mundo, es un reconocimiento a su trabajo y al de todo su equipo.
«No soy, ni nunca he pretendido ser, »la mejor chef femenina del mundo», esta es una decisión difícil de tomar», ha indicado Rizzo. «Cada uno de nosotros puede ser el mejor en una situación particular, en un momento dado, a los ojos de una determinada persona», ha señalado la chef que se siente muy feliz y honrada de recibir este galardón.
Para Joan Roca la brasileña «tiene talento, sensibilidad y pasión» y es «auténtica y fiel a sus raíces», ha indicado. «Helena y Dani son de la familia de El Celler. Me alegro mucho de este nuevo reconocimiento.Tienen un discurso culinario muy coherente, con un alto grado de compromiso con la creatividad. Es un proyecto muy sólido, una cocina de valores. Este premio pone en evidencia que Brasil es un punto caliente de la gastronomía mundial».declaró.
Rizzo se une así a un grupo excepcional de mujeres con talento que incluye a Anne-Sophie Pic, de la Maison Pic, en Francia, que recibió el premio en 2011; Elena Arzak, de Arzak, en España, que lo obtuvo en 2012; y a la ganadora del año pasado, Nadia Santini, de Dal Pescatore, en la campiña italiana.
El restaurante Maní entró a la lista de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo por primera vez en el año 2013, en el puesto número 46, y está previsto que este año Helena Rizzo publique su primer libro de cocina y abra su segundo restaurante.