Google, Amazon, Facebook y Apple pagan en España una cantidad minúscula en comparación con sus ingresos. La razón es su estudiada estructura fiscal que les permite dentro de la legalidad redirigir la facturación de sus operaciones comerciales a sedes donde, en definitiva, pagan menos, como Irlanda, Luxemburgo u Holanda.
La Unión Europea lleva años buscando unificar la tributación en todos los estados donde operen para evitar la fuga de impuestos, pero la tramitación de un primer borrador de proyecto de ley internacional aún se plantea lejano. Mientras, los Estados libran sus propias batallas para conseguir que los gigantes tecnológicos paguen según el nivel de su negocio real en el territorio. Un castillo de naipes tributario que permite que empresas de la talla de Google no paguen ni un 5% del total del volumen de negocios total en el territorio.
En cuanto a España, la cuestión ha vuelto a saltar este lunes tras las declaraciones de la subdirectora de fiscalidad internacional María José Garde en el foro de Fiscalidad Internacional 2018. En su intervención ha asegurado que la Hacienda española ya estaba trabajando para gravar a los gigantes tecnológicos con un impuesto temporal. Dicho gravamen se impondría hasta que la Unión Europea consiguiese regular uniformemente dichas estructuras para evitar la fuga de impuestos de las grandes tecnológicas a países como Irlanda u Holanda. Google, Facebook, Amazon o Apple cuentan con redes fiscales de este tipo.
Fuentes del Ministerio de Hacienda han negado al ElEspañol que dichos “impuestos temporales” estén en los planes del Ministerio, pero han admitido que el sistema de tributación de los gigantes tecnológicos “preocupa” en Europa y han afirmado que “hay apetito” por regularlo.
Google, la reina de internet, tributó 6,5 millones de euros en el ejercicio de 2016. Una cifra que, aun siendo el triple de lo tributado en 2015, es muy baja en comparación con su gran negocio en Internet. Los beneficios declarados por Google para dicho año son de 92,3 millones, sin embargo los informes publicitarios estiman que Google, como parte del duopolio de publicidad que comparte con Facebook en España, manejaría un volumen de negocio de alrededor de 700 millones. Sin embargo, dicha facturación no tributaría en España, sino en Irlanda, a través de la matríz Google Ireland, cuyo impuesto de sociedades es tres veces menor que el español.
Un “sistema legal”
Dicha estructura es completamente legal. Desde Google afirman que la legislación fiscal internacional le permite operar con su actual estructura, al ser preguntada sobre si habían instalado su ‘hub’ europeo en Irlanda por los beneficios fiscales. La directora de Google España y Portugal afirmó en una entrevista dada a EuropaPress que la ley “era respetada” y que “hoy por hoy se pueden tener este tipo de estructuras, cumpliendo estrictamente la ley internacional”.
Y es que a falta de una legislación internacional efectiva, los estados miembros a golpe de multa e inspección para evitar que sus impuestos se escapen, a la espera de que la Comisión Europea realice una revisión de las normas tributarias.
Es por ello que la enrevesada red fiscal de empresas como Google o Facebook no ha pasado desapercibida en otros países de la Unión, donde el esquema se repite y los fiscos deciden actuar.
Hace un año, la compañía del buscador llegó a un acuerdo con las autoridades italianas para pagar 300 millones de euros en impuestos evadidos. También en Italia Apple fue compelida a pagar 318 millones en el mismo concepto y actualmente Amazon se encuentra en investigación por el fisco italiano por la utilización de su sede fiscal en Luxemburgo para lograr evadir impuestos en los ejercicios entre 2009 y 2014.
Facebook pondrá solución para 2019
El otro gran caso de tributación a Irlanda es Facebook, aunque por poco tiempo. La red social cuenta con una estructura tributaria parecida a la de su rival Google: Facebook Ireland es la matriz de Facebook Spain, que operaría como una prestadora de servicios y marketing en España, y que facturaría la mayor parte de las actividades de Facebook en España.
Por ello, dichas filiales acaban sus años fiscales con bajos datos de beneficios – incluso números rojos – a pesar de contar con grandes volúmenes de negocio.
En cinco años la todopoderosa Facebook ha pagado impuestos por sólo 20 millones de euros de beneficios a pesar de contar con una facturación mucho mayor en España.
La presión internacional ha sido constante desde las instituciones europeas, lo que ha provocado que Facebook anuncie una reforma estructural de su sistema de tributación para contabilizar sus negocios por las “ventas locales” y acabar con la fuga de impuestos. La medida llega tras años de presiones internacionales para el cambio de su estructura fiscal. Sigue los pasos de Amazon, que también anunció un gran cambio para dejar de tributar a través de Luxemburgo para comenzar a hacerlo desde cada uno de los estados miembros. Por su parte, los de Google no han anunciado ninguna reforma.