La nueva presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), María Ángeles Carmona, cree «aventurado» achacar la disminución de denuncias por violencia machista a la crisis económica porque «no existe ningún estudio que pueda corroborarlo».
Carmona, elegida el pasado jueves por el presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, para sustituir a Inmaculada Montalbán al frente del Observatorio, asegura, en una entrevista con Efe, que erradicar la violencia machista de la sociedad es un trabajo «difícil y arduo» pero «no una utopía».
Secretaria judicial desde 1994 y destinada desde 2009 al juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Sevilla, Carmona reivindica más coordinación entre todos los operadores implicados en combatir esta lacra y así aunar fuerzas.
«Se ha hecho un trabajo excepcional hasta ahora pero creo que donde más hay que incidir es en la coordinación y luego en la formación de todos los que trabajamos en este ámbito para poder trasladar a la sociedad mensajes que tiendan hacia la eliminación del machismo y la violencia de género», señala la presidenta.
Se marca el reto de intentar especializar más juzgados de lo penal en esta materia, porque son los que más sentencias dictan sobre este tipo de violencia y lo considera factible en los cinco años de presidencia que tiene por delante con el apoyo de sus compañeros y del presidente del CGPJ.
Según los últimos datos disponibles del Observatorio correspondientes al tercer trimestre de 2013, las denuncias por violencia machista han descendido a 33.050, una media de 367 diarias, lo que supone un 2,3 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior, al tiempo que han aumentado los homicidios investigados, de 14 a 23.
El 70,13 por ciento de las denuncias fueron presentadas por las víctimas, frente al 14,85 por ciento que fue resultado de la intervención policial directa, y el 11,51 por ciento producto de los partes de lesiones.
A su juicio, es «aventurado» vincular este descenso con la crisis como sí hizo su predecesora Montalbán, quien insistía en que en una época de dificultades económicas muchas víctimas, que dependen económicamente de su agresor, tienden a aguantar en silencio el maltrato ante la incertidumbre sobre su futuro y el de sus hijos, por lo que las denuncias disminuyen.
«Es aventurado porque no existe ningún estudio que pueda corroborar esto. Aún no tenemos las estadísticas al cien por cien de las denuncias de 2013 en comparación con 2012, lo que sí he podido comprobar es que, por ejemplo, en Andalucía se ha elevado ligeramente el número», ha opinado Carmona.
Muestra su preocupación por la incidencia de este tipo de violencia en los jóvenes, quienes, según sus palabras, cada vez empiezan las relaciones sentimentales antes, cuando «no tienen la suficiente madurez» para asumir que la relación debe estar basada en el principio de igualdad.
Por ello, insiste en la educación como base de esa convivencia en igualdad desde la infancia.
«Lo importante no es que haya una asignatura en concreto sino la transversalidad, que en todas las asignaturas que se imparten a los niños y adolescentes tengan la perspectiva de género, debe ser una educación absolutamente global en todos los ámbitos», remarca Carmona, quien es miembro de las Comisiones de Seguimiento y Violencia de Género y del Plan Director de Convivencia y Seguridad Escolar, ambas de la Delegación del Gobierno de Andalucía.
En cuanto a la encuesta europea presentada esta semana que señala que una de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia física o sexual, que en el caso de España la cifra desciende a una cada cinco, Carmona estima que debe servir para «seguir trabajando».
«No podemos pararnos y pensar que lo estamos haciendo muy bien mientras sigan muriendo mujeres, lo cierto es que haciendo la comparativa, España sale bastante bien y la evolución de los últimos años es positiva», apostilla la presidenta.
Respecto a las dudas que ha generado en algunos vocales del Consejo su nombramiento, Carmona recuerda que el presidente del CGPJ, según el convenio de constitución del Observatorio, tiene la potestad de elegir al responsable de este organismo.
En este sentido, descarta que sus compañeros la hayan criticado o piensen que no tiene el mérito ni la capacidad suficiente para hacerse cargo del Observatorio.